Este 25 de noviembre se cumplen cuatro años de la muerte de Diego Armando Maradona, una fecha que marcó a fuego al fútbol y al pueblo argentino. El fallecimiento del “Diez” dejó un vacío difícil de llenar, pero también una herencia futbolística y cultural que trasciende generaciones.
Considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, Maradona es recordado por sus hazañas dentro y fuera de la cancha. Desde el inolvidable Mundial de 1986, donde su magia llevó a Argentina a lo más alto, hasta los clubes que brillaron con su talento como Napoli, Barcelona y Boca Juniors, su figura se erigió como un símbolo de pasión y lucha.
La fecha también es propicia para reflexionar sobre el impacto de Diego en la sociedad. Maradona no solo fue un ícono deportivo, sino también una voz contestataria que dejó su marca en la política, la cultura y la identidad nacional. Su vida estuvo llena de altibajos, pero siempre logró reinventarse y mantenerse cerca de la gente.
A cuatro años de su partida, hinchas, futbolistas y clubes de todo el mundo lo homenajean con banderas, murales, canciones y recuerdos. Su legado se mantiene vivo en cada rincón donde se habla de fútbol. Diego sigue siendo esa figura que representa el sueño de millones de chicos que sueñan con alcanzar la gloria.
“Maradona no se muere, se hace leyenda”, expresó un aficionado en una de las tantas concentraciones para recordarlo. Y así es: la figura de Diego Armando Maradona trasciende el tiempo y las fronteras, confirmando que, aunque físicamente ya no esté, su espíritu permanecerá eterno en el corazón de los fanáticos.