La detención en Buenos Aires del hermano del narcocriminal Fran Riquelme, Jonatan Riquelme, fue producto del trabajo coordinado entre el equipo de la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales de Santa Fe y la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
El hecho producido el sábado tuvo como consecuencia su apresamiento en la cárcel federal de Marcos Paz, ya que pesaba sobre él un pedido de captura por los delitos relacionados con la banda liderada por su hermano y por su vinculación con el clan Alvarado.
Al respecto, el secretario de Análisis y Gestión de la Información Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de Santa Fe, Esteban Santantino, destacó que la detención de Riquelme fue “un trabajo muy serio y sostenido” en el que se buscó información y se trabajó en conjunto con la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, y con el Ministerio de Justicia y Seguridad de Buenos Aires.
“Jonatan Riquelme responde a lo que es un detenido de alto perfil en la provincia de Santa Fe, así que se encuentra alojado y a disposición de la Justicia”, añadió el funcionario.
Más adelante, Santantino subrayó que “la captura de (Mauricio) Laferrara, la captura de (Lisandro) Contreras, esta captura de Riquelme”, forman parte de “un momento histórico con la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales es la primera experiencia, es la primera provincia a nivel nacional que en el marco de la implementación de una ley de inteligencia viene llevando adelante este tipo de tareas. Y eso efectivamente es algo histórico que quizás muchos no llegamos a dimensionar”.
Más adelante, Santantino destacó el trabajo del Ministerio Público de la Acusación: “Muestra que en los casos en los cuales hay policías que usan el uniforme para cometer delitos, cae sobre ellos todo el peso de la ley. Y en los casos de los policías que usan el uniforme para hacer bien su trabajo, recae sobre ellos todo el apoyo del Gobierno”.
Por otra parte, y tras ser consultado acerca de la connivencia entre algunos integrantes de las fuerzas de seguridad y el narcotráfico, destacó que “por supuesto que hubo, hay y va a haber situaciones irregulares y delictuales que hay que seguir resolviendo”.
“No podemos escapar a esa realidad. De la misma manera, y en esto tenemos que ser justos, los últimos jefes de la Policía Federal en la provincia de Santa Fe terminaron procesados, imputados y apartados de la fuerza por hechos de corrupción y connivencia con el narcotráfico”, añadió.
Finalmente, sostuvo que esa situación no les quita responsabilidad y que hay que “reconocer una realidad que en el marco del trabajo que llevan adelante las fuerzas de seguridad, la connivencia con el delito está muy cercano. Ahora, ¿Qué hay que hacer? Trabajar seriamente y seguir adelante para poder sanear a la fuerza”.