De acuerdo a los investigadores, estos altos niveles no serían compatibles con una causa de muerte natural. Desde que los 25 empleados fueron apartados de sus cargos no ocurrieron más muertes repentinas de menores.
La muerte de cinco bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba conmueve a todo el país y el misterio no cesa. Aún se desconocen las causas que llevaron al fallecimiento de los niños, pero en las últimas horas se conoció que el resultado de la autopsia de dos de los bebés arrojó que tenían “altos niveles de potasio”.
También se destacó que los pequeños tenían pinchazos no compatibles con prácticas habituales. Según informó el fiscal de Instrucción Raúl Garzón, a cargo de la investigación, se trabaja sobre “varias hipótesis”, entre ella la de “mala praxis, homicidio o negligencia”.
El funcionario sostuvo que, tras los exámenes realizados a los cuerpos de los bebés y la detección de exceso de potasio, se sospecha que se les podría haber inyectado alguna sustancia inapropiada.
Sin embargo, se limitó a dar mayor información con respecto a este último dato aportado en la causa: “Sobre el potasio no voy a dar detalles porque son cuestiones médicas que no me corresponde. Se está investigando esa línea”.
El presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag, dijo que este es el “evento más dramático” de muerte de bebés que vio “en 40 años de carrera”. En declaraciones a TN, remarcó que se trata de un hecho extraordinario y no habitual en las salas de neonatología, ya que la tasa de mortalidad neonatal precoz, en los primeros 7 días post nacimiento, “es muy baja y es muy raro que ocurra, puede suceder por asfixia en el parto, por malformaciones cardíacas o congénitas, pero son muertes excepcionales”, remarcó.
“En la primera hora posterior al nacimiento se le aplican dos inyecciones a los bebés, una es la vitamina K y otra es la vacuna de la hepatitis B”, dijo el infectólogo y destacó que estas se aplican en un marco de “máxima seguridad”.
Además, indicó que hay probabilidades de que en la investigación surja la hipótesis de la iatrogenia, lo que ocurre cuando un profesional de la salud provoca un daño de manera involuntaria al paciente. “La iatrogenia pudo haber sido por confusión o por intencionalidad, eso lo determinará la Justicia”, señaló Debbag y remarcó: “La enfermera podría haberse confundido, eso es dramático. El exceso de potasio produce arritmia y, en consecuencia, puede provocar un ataque cardíaco”.
El fiscal dijo que “son cinco los fallecidos donde existe una sospecha fuerte, pero hay más” y agregó que se estima que sean “entre 10 a 12″ bebés con muertes dudosas.
Por su parte, el ministro de Salud de la Provincia, Diego Cardozo, manifestó que las sospechas comenzaron el 18 de marzo y aseguró que hasta el 6 de julio murieron 11 bebés en total.
Por qué sospechan que las muertes fueron intencionales
La investigación por los cinco bebés que murieron y sobre los otros ocho intoxicados en el Neonatal entre marzo y junio de este año ya lleva tres meses abierta y 25 empleados apartados. No resulta un dato menor que, desde que estas personas se encuentran apartadas, no hubo más casos. Una enfermera es la principal sospechosa por las muertes de los niños.
“Hemos apartado a 14 agentes, luego a 9 más y seguimos en investigación”, detalló Mariana Figueroa, directora del área de Legales del Ministerio de Salud provincial, aunque aclaró que estos apartamientos no son suspensiones ni licencias, sino dispensas.
El ministro de Salud, además, decidió apartar a la directora del hospital Materno Neonatal, Liliana Asís, y a la subdirectora Claudia Ringelheim, hasta que se esclarezcan los hechos.