Petroquímica Bermúdez, llamada Electroclor tiempo atrás, se inauguró en 1946. En ese momento, los accionistas eran Duperial y Celulosa Argentina, que cerraron la fábrica en 1993, donde antiguamente se aprovechaban y procesaban los residuos de cloro que en ese momento usaban en la papelera.
En 1998, el grupo Tasselli adquirió la planta (en esa época solo se producía cloro, acetileno y tricloroetileno) y la nombró Petroquímica Bermúdez. Quince años después, en julio de 2013, la planta quedó paralizada por un conflicto laboral, el cual terminó en un intento de toma de la fábrica por parte de los trabajadores del gremio químico. Si bien Tasselli se hizo cargo del pasivo de la empresa (vaya a saber uno para qué) los mismos eran residuos altamente contaminantes y peligrosos.
El Ministerio de Medio Ambiente de Santa Fe no tardó en exigirle “un cierre seguro” de la planta en cuestión. Cabe destacar que el incumplimiento se transformó en moneda corriente, situación que desembocaría en una denuncia penal en el Ministerio Público de la Acusación (MPA), más precisamente en la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales.
Recordaron que el predio ubicado en Capitán Bermúdez continúa contaminado con sustancias químicas tóxicas con un gran potencial de daño a la salud y al ambiente. Desde el Taller Ecologista, en su carácter de tercero, intimó en dos oportunidades a la empresa Petroquímica Bermúdez S.A para que acompañe la póliza del seguro ambiental obligatorio, y a la fecha (20 de noviembre) no sólo no lo ha acompañado, sino que no ha manifestado nada al respecto.
Desinterés manifiesto por el cumplimiento de las normas y los impactos ambientales
En línea con los reiterados incumplimientos, la empresa no ha acreditado en el expediente en trámite ante el juzgado de primera instancia N°1 en lo Civil y Comercial de San Lorenzo, a cargo de Alejandro Andino, que posea un seguro ambiental vigente. “La última póliza acompañada pertenecía a la aseguradora Boston Seguros, la cual apeló la decisión de la Superintendencia de Seguros de la Nación que revocaba su autorización para funcionar y que tenía grandes problemas financieros”, explicó Florencia Sívori, abogada del Taller Ecologista.
Otra señal de inquietud es que actualmente Petroquímica no posee un CUIT activo, ya que el mismo fue dado de baja de oficio por Decreto 1299/98 (por la falta de presentación de declaraciones juradas), motivo que le dificultará obtener un seguro. “Si nuestras sospechas son reales, estamos ante un doble riesgo: por un lado, la situación conocida de peligro del predio, y a eso se suma que, frente a un posible evento riesgoso, no existe seguro que responda. Petroquímica continúa burlando la ley, el proceso y a la provincia de Santa Fe. Y, principalmente, continúa exponiendo a la población que se encuentra en riesgo”, afirmó Sívori.
La ONG socioambiental, con 39 años de trabajo en Rosario y la región, viene alertando desde hace una década sobre los altos riesgos para la salud y el ambiente devenidos del predio donde funcionó la empresa Petroquímica Bermúdez S.A., que cerró sus puertas en el año 2013, dejando un riesgoso pasivo ambiental propio, sumado al que había heredado de su antecesora, la ex- Electroclor.