La revista The Lancet criticó con dureza las políticas sanitarias implementadas por el gobierno de Trump y llamó a crear un sistema de salud pública similar al que tienen Canadá o los países europeos.
Estados Unidos podría haber evitado el 40% de las muertes por Covid-19 si las tasas de fallecimientos se hubieran correspondido con las de otros países del G7 de altos ingresos, aseguró un estudio de la revista The Lancet que criticó con dureza las políticas sanitarias implementadas por el expresidente Donald Trump.
El reporte, elaborado por una comisión de The Lancet encargada de evaluar el historial de las políticas de salud de EEUU, se centra en las del Gobierno de Trump, a cuyos errores adjudica las altas cifras de muertes y contagios de coronavirus en ese país.
Casi 470.000 estadounidenses murieron a causa del coronavirus hasta ahora y cerca de 27 millones se contagiaron, ambas cifras por lejos las más altas del mundo, que además se espera que crezcan en las próximas semanas.
La respuesta a la pandemia de Trump fue ampliamente condenada por no tomársela en serio lo suficientemente pronto, difundir teorías conspirativas y no alentar el uso de barbijos.
En el estudio de The Lancet, los 33 investigadores participantes piden alejarse "inmediatamente" de las políticas sanitarias de Trump, aunque reconocen asimismo que el gobernante republicano heredó décadas de políticas fallidas que su administración agravó.
La investigación pide revertir las políticas que llevaron a que la salud de la población estadounidense haya empeorado mientras en el resto del mundo mejoró.
Las dificultades para acceder a la salud hizo que la esperanza de vida, que ronda los 78 años, haya comenzado a caer en EEUU, mientras en el resto del mundo aumenta o se mantiene por encima.
La conclusiones, que los investigadores consideran "devastadoras", incluyen seis recomendaciones como una respuesta basada en la ciencia contra la pandemia y crear un sistema de salud pública similar al que tienen Canadá o los países europeos.
El informe estima que en 2018 podrían haberse ahorrado 461,000 muertes con políticas sanitarias distintas y el 40% de las más de 341.000 muertes de 2020 por Covid-19 se habrían evitado también.
Los investigadores consideran que la presidencia del republicano Ronald Reagan fue la que inició en los años 80 del siglo pasado una serie de medidas para un menor rol del sector público.
