Este miércoles, la Policía de Investigaciones allanó los domicilios de Luis Herrera, el financista detenido junto a sus hijos por una megaestafa que supera los 30 millones de dólares, y encontró varias armas y gran cantidad de municiones.
Herrera y sus dos hijos se entregaron este martes en la sede de la PDI y quedaron detenidos a la espera de la audiencia imputativa que será el próximo jueves, en la que les achacarán cargos por las nuevas denuncias que se sumaron a la causa.
Los procedimientos, requeridos por el fiscal Miguel Moreno, los realizó la División de Delitos Económicos de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de la PDI, que allanó los domicilios particulares de Luis Herrera y sus hijos, y uno de Timbúes. En los mismos se secuestraron 13 armas de diversos calibres, entre los que se cuentan revólveres, fusiles, una carabina semiautomática, pistolas y más de 1.000 cartuchos de variados calibres.
Tamién se incautaron 6 teléfonos celulgares, tarjetas de memoria, un pendrive y computadoras.
La causa contra Herrera y sus hijos tiene más de 300 denuncias, de las cuales muchas se han hecho recientemente, y esa es la razón de los nuevos operativos ordenados por el fiscal Moreno. Se cree que la estrategia de los acusados de entregarse voluntariamente tiene que ver con poder rechazar luego un posible pedido de prisión preventiva, mostrando que están a disposición de la Justicia y no hay intención de fuga.
Los tres enfrentan cargos por los delitos de asociación ilícita, estafa, lavado de activos y adminitración fraudulenta. Se estima que el monto de la estafa supera los 30 millones de dólares. Cabe recordar que en el año 2022 fueron detenidos e imputados y quedaron en libertad luego de pagar una fianza de tres millones de pesos. Se espera que en los próximos días sean imputado por las nuevas denuncias.