El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, achacó la crisis política reinante en el país a un «Plan Cóndor» organizado en su contra por el presidente Luis Arce y el «gobierno sionista» del mandatario argentino, Javier Milei.
En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Morales denunció concretamente el uso del «lawfare», la instrumentalización del Poder Judicial con fines políticos, dentro de una campaña de mentiras que persiguen su «eliminación».
Morales pretende comparecer a las próximas elecciones a pesar de que la Constitución tiene varias causas judiciales abiertas. A las denuncias por los destrozos que se originaron durante una gran movilización que encabezó en septiembre, se sumaron recientemente los ataques a la Policía y sobre todo un supuesto abuso de menores y trata de personas por una relación que habría tenido con una menor de 16 años cuando era presidente, y de la que habría nacido una niña.
«Desde que soy dirigente me han acusado de terrorista, narcotraficante o asesino. Inventan procesos con fines políticos. Al final, todas esas mentiras caen porque la verdad prevalece», indicó Morales.
«No se contentan con intentar eliminarme políticamente, mediáticamente o judicialmente. Ahora lo intentan con mentiras y con balas. El pueblo se da cuenta», añadió.
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Este domingo se cumplen 22 días de bloqueos en las carreteras, principalmente en el departamento de Cochabamba, que provocaron desabastecimiento de alimentos frescos y combustible en algunas ciudades.
Además, los aliados de Morales tomaron el viernes tres unidades militares en el Chapare e hicieron rehenes al menos a 200 militares y personal civil de una de las unidades. El propio Morales inició una huelga de hambre.