Juan Pablo Ortíz, un niño de trece años oriundo de Pergamino, falleció el sábado a la noche por un paro cardíaco tras atravesar casi una semana con los síntomas del coronavirus.
Ortíz era un niño con autismo y además convulsivo febril desde bebé, según informó su madre, Ángela Noda, en diálogo con el medio pergaminense "El Tiempo".
"Él empezó con Covid-19 el domingo pasado a la mañana cuando levantó fiebre. Logramos bajarle la fiebre y se estabilizó y empezó a volver a jugar. De pronto empezó con tos y el viernes a la tarde empezó a levantar fiebre nuevamente. Estuve cuatro horas intentando bajarle la fiebre y no podíamos bajársela. En esas horas estuvimos casi todo el tiempo en la ducha. Recurrimos a un medicamento inyectable para lograr bajarle la fiebre y nos quedamos a la noche sentados porque tenía tos. Era muy gordito Juan Pablo. El sábado se levantó, dentro de todo bien, almorzó y me dijo que se quería acostar", sostuvo.
"Él estaba como todos los pacientes de Covid-19 con un estado gripal de malestar muscular y cansancio permanente. Se recostó a dormir la siesta y al despertar estaba con fiebre nuevamente. Otra vez nos fuimos a la ducha a tratar de bajarle la fiebre. Era ingresarlo a la ducha para que la temperatura descendiera a 35 o 36 grados y a los cinco minutos ya volvía a estar con 38 grados de fiebre. La última vez que hicimos la maniobra de ducharlo para que bajara la fiebre a 37 grados fue a sentarse a su sillón, en el que siempre se sentaba, y se durmió”, reconstruyó Ángela sobre los últimos minutos de vida que vio a su hijo con vida.
“Me dijeron que hizo un paro cardíaco y que el Covid-19 provoca estos desenlaces principalmente en las personas obesas”, contó.