Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.
En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con René Marconi, integrante de la Mesa Intersectorial por el Arroyo Ludueña e historiador de uno de los cursos de agua más vapuleados de la región. “Alertamos sobre la presencia de aguas grises en el Arroyo Ludueña, donde termina su entubamiento proveniente del aliviador. Este vuelco tiene todo el aspecto de un líquido con alta carga de materia orgánica, nos daría toda la impresión que proviene de la industria cárnica”, sostuvo Marconi.
Indisimulable, esa es la palabra que puede resumir el impacto ambiental que viene padeciendo el arroyo Ludueña junto a la biodiversidad que lo rodea. Una agresión constante, un desprecio sumamente explicito sobre la vida de un lecho de agua que supo cobijar a distintas generaciones que disfrutaban de sus bondades. La naturalización de su proceso contaminante, sigue encontrando una férrea resistencia por parte de aquellos que no se resignan.
Como suele suceder a lo largo y ancho del país, existen distintos espacios de resistencia y denuncia que no claudican a la hora de marcarle la cancha a un estado cómplice de tamaño aquelarre. La Mesa Intersectorial por el Arroyo Ludueña es un espacio integrado por organizaciones socioambientales y vecinos de distintos puntos de la ciudad preocupados y sensibilizados por la contaminación y maltrato que recibe el querido y vapuleado arroyo.
René Marconi recorrió magistralmente la línea histórica del Arroyo Ludueña, desde su antigua desembocadura, hasta las continuas agresiones y los barrios que se han asentado peligrosamente a su alrededor. “Hay loteos y nuevos barrios levantados sobre territorio inundable, basta ver las imágenes a través del satélite de Google para poder contemplar la tierra negra que es sinónimo de humedad. Han comprado terrenos por monedas debido a esto, y lo ofertan a precio dólar”.
Quién integra la Mesa Intersectorial por el Arroyo Ludueña, sostiene que el mismo que estado que se niega a intervenir, tiene entre sus filas a personas que hacen negocios con este tipo de negocios inmobiliarios. “Esta es la respuesta a la pregunta de la inacción del estado. Este va a intervenir cuando los vecinos vuelvan a organizarse y alzar la voz como ya ha sucedido. La realidad es que hay barrios como Empalme que van a quedar bajo el agua cuando la seca le de pasa a la temporada de grandes lluvias”.
Si la zona de Zavalla, Casilda, Pujato, Pérez, Funes y Roldán acumula mucha agua, la misma se deslizará arroyo abajo ocasionando desastres debido a que han impermeabilizado toda la zona con los barrios privados. Esos terrenos eran todos humedales y los han rellenado, levantando barrios privados, todos los desagües pluviales van a parar al arroyo Ludueña. Así que, de darse una lluvia grande, en Rosario se van a volver a inundar los barrios de Empalme Graneros, Stella Maris, Casiano Casas y Nuevo Alberdi, sería el corolario de la avaricia empresarial junto la complicidad de intendentes y gobernadores de turno.