La película, que puede verse en la plataforma Prime Video, plantea la relación entre un niño y su abuelo recientemente viudo. El pequeño se ve obligado a abandonar su habitación cuando el hombre se muda a su casa, tras perder a su mujer. En tono de comedia, se desata una “guerra” entre ambos por ese cuarto de la vivienda.
Pero además, el film posee una escena que contiene una crítica a la deshumanización del trabajo y su intento de reemplazo por máquinas o robot. Ocurre en una cadena de supermercados, cuando el “abuelo” De Niro va a hacer compras y no se encuentra con la cajera que habitualmente le cobra.
-¿Le ayudo señor?- le dice un hombre de seguridad del comercio.
-Estoy buscando a María – replica De Niro.
-Ah, ya no está aquí. Ahora tenemos cajas de autopago.
De Niro pasa el código de barra adherido a los envases por la lectora y la máquina repite, una vez tras otra, la frase: “Escanee el producto”. El actor le habla entonces a la máquina: “Ya lo hice”. Pero el robot no responde. Entonces, decide tomar su compra, embolsarla y retirarse del supermercado, por lo que se desata una persecución contra el anciano.
No se trata de una escena de ficción que no encuentre respaldo en la realidad. En abril del año pasado, la Asociación de Empleados de Comercio (AEC) Rosario denunció con una volanteada en las sucursales locales de la cadena francesa de supermercados Carrefour la instalación de “cajas robot”, como las que aparecen en “En guerra con mi abuelo”.
“El fin de nuestra iniciativa es denunciar la intención de esta empresa multinacional francesa, que pretende convertir a todos sus clientes en empleados robot, instalando «Cajas Digitales o Cajas Robot», que reemplazarían a las compañeras y compañeros que trabajan en las cajas”, señaló la entidad sindical mercantil.
Y agregó que “para tomar dimensión del daño que provoca esta medida, podemos decir que cada cuatro cajas digitales se necesita un operario que las controle, es decir que se perderían 3 puestos de trabajo remunerados que son reemplazados por clientes que tendrán que autocobrarse”.
Además, la seccional local de AEC puntualizó en aquella oportunidad que la empresa que bajo la idea de modernización aplicaba la de precarización y reemplazo del trabajo humano, ya había disminuido notablemente su planta de personal en los últimos años.
“Esta multinacional francesa nunca estimuló ni fomentó el trabajo, y para demostrarlo son suficientes algunos datos. En el año 2008 la empresa Carrefour tenía en Rosario un plantel de 850 trabajadores. Hoy con las mismas sucursales, más servicios, más secciones, la empresa cuenta con 398 trabajadores, una reducción de personal del 53%, sobrecargando así de tareas y aplicando la multifunción”.