En estos días, la Virgen María está apareciendo en varios lugares del planeta con el mismo mensaje: conversión, oración, penitencia. Es la misma aparición, pero con pequeños énfasis diferentes, pero en ningún lugar ella tiene la notoriedad y el caudal de peregrinos de Medjugorje. De ninguna ha trascendido una expectativa tan decisiva y ha dado tanta cantidad de frutos.
Tampoco se ha informado de tanto celo en la preparación previa del terreno y el Cielo ha dado tantas señales. Pero, ninguna ha sido defendida con tal ahínco por el Cielo, que incluso una jerarquía que no cree en las apariciones, no pudo desacreditarla.
Miembros de la iglesia católica dieron detalles sobre cómo la estrategia del Cielo para la purificación de la humanidad y que el mundo vuelva a Dios, pasa por las apariciones de Medjugorje, de las señales que ha dado el Cielo para confirmarlo y cómo es ese plan en concreto. Peregrinos recordaron que las apariciones en este lugar comenzaron el 24 de junio de 1981, cuando seis niños estaban en el monte Podbrdo a las 6 de la tarde, cuando vieron a la virgen estaban sorprendidos y asustados.
La primera sensación que tuvieron era que se trataba de Nuestra Señora. Los primeros 7 días de las apariciones son los que la comisión Ruini del Vaticano, que actuó entre 2010 y 2014, se inclinó a declarar como sucesos sobrenaturales. Los franciscanos habían ministrado la zona de Medjugorje desde la Edad Media.
Hay leyendas de que el mismo San Francisco caminó alguna vez por ahí y además cientos de martirios de sacerdotes regaron el lugar, explicaron.
El aldeano Mate Sego, profetizó décadas antes de las apariciones: “Mi Gospa [o sea la Virgen]vendrá. Bienaventurados los que permanecen en oración”, agregó “Yo no veré nada de esto aunque los niños sí, habrá un montón de edificios, no como las casas que tenemos ahora”. Además, el aldeano contó que algunos de los edificios serán enormes y que Medjugorje y las colinas que la rodean serán un lugar santo. Lo que una vez fueron campos de tabaco y casas de piedra tosca, es ahora una ciudad de peregrinación del tamaño de Lourdes.
Mientras, que el místico sufí Hasán Shushud predijo Medjugorje en detalle un año antes que las apariciones comenzaran. “Pronto una aparición mariana única va a comenzar en un lugar que fue elegido hace mucho tiempo, y nosotros los sufíes hemos estado orando para que todo salga bien. María se acercará a la Tierra más que nunca antes, muchos la verán, la oirán, la tocarán”. Y continuó: “Usted verá que María va a sufrir, esperar, esperar y seguir llamando por mucho tiempo, ya que invita a la senda de la paz. Si María y sus planes son aceptados rápidamente, el sufrimiento será de corta duración.
Sin embargo, si Roma no encuentra a María con la necesaria firmeza y veracidad de aceptación, cuando Dios conceda el tiempo y la libertad de elegir, la humanidad sentirá las consecuencias de los planes de satanás”. Y dejó claro que se trata de algo que está dentro de la Iglesia Católica: “Nosotros los sufíes nos hemos dado cuenta que María da los mensajes sólo cuando aparece dentro de los marcos de la Iglesia Católica Romana.
Por lo tanto, nos damos cuenta de que Dios ha confiado a la Iglesia Católica la gran responsabilidad de aceptar a María, una autoridad dada por Dios a esta Iglesia significa que un “no” a María es un “no” en nombre de todos nosotros, y por lo tanto, una puerta se cierra” y finalizó diciendo: “En todo el planeta la gente está perdiendo la fe en Dios.
Muy pronto satanás será visto abiertamente, los niños y los jóvenes comenzarán a jugar sus juegos y fotos de él serán visibles en las calles.
Además, durante las próximas dos décadas, el egoísmo, el materialismo y la violencia aumentará más rápidamente de lo que usted será capaz de imaginar» y dentro está la Iglesia Católica que tiene la responsabilidad de aceptar a María, hubo una predicción impresionante del comienzo de las apariciones de Medjugorje.
El 16 de mayo de 1981, apenas tres días después del atentado contra Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, hubo en Roma una reunión de la Renovación Carismática Católica. El Presbítero Tomislav Vlasic, quien representaba a la Renovación de la entonces Yugoslavia, pidió oración de sanación para la Iglesia de aquel país, en vista de los conflictos que existían con el gobierno comunista.
Entonces, los presentes le pidieron al Padre Tomislav que se adelantara y se ubicara en el medio del grupo para poder orar sobre él. Y en ese momento el famoso sanador Padre Emiliano Tardif recibió unas palabras del Señor, quien con total nitidez le dijo: “No te preocupes, dentro de poco enviaré a Mi Madre”.
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Al mes siguiente, el 24 de junio de 1981, comenzaron las profetizadas apariciones de la Santísima Virgen en Medjugorje, donde se daría a conocer bajo el título de Reina de la Paz.
Años después el Padre Emiliano diría: “En ese momento yo no tenía la menor noción del alcance de esa profecía, lo único que hice fue transmitir dócilmente lo que había recibido”. También en ese encuentro en Roma, participaba la Hermana Bridge McKenna, una franciscana llena de carismas, como el don de profecía y de sanación que tuvo una visión del Padre Tomislav sentado, rodeado de una multitud de jóvenes de todo el mundo en una iglesia de donde fluía un río de agua viva.
La Hermana Bridge vio la iglesia tal como es actualmente, aunque en ese momento no tenía idea de qué lugar era o dónde estaba. Además, providencialmente, el Padre Tomislav luego sustituiría al Padre Jozo como párroco en esa parroquia de Medjugorje, después de haber sido encarcelado por el gobierno comunista.
Tan impresionante como todo esto, es el mensaje que Santa Faustina Kowalska recibió en los años 30 del siglo pasado. Jesús le dijo: «Vendrá un tiempo último de misericordia para el mundo entero. Durará mucho tiempo, y este don de misericordia será transmitido al mundo entero por última vez a través de Mi Santísima Madre.» Y le agregó: “y cuando termine ese tiempo, ya no regresaré como Señor Misericordioso, sino como Justo Juez”.
Jesús también le dijo que tanto el Diario de la Divina Misericordia, así como la imagen del Señor de la Misericordia, firmada con «Jesús, yo confío en ti», serían inicialmente prohibidas por la Iglesia Católica. Serían negadas, rechazadas, pero prometió que el obispo o cardenal que llevara a cabo los estudios y lograra que esta devoción fuera finalmente aprobada, sería nombrado Papa, y fue Karol Wojtyla quien los promovió.
Fue uno de los Papas más defensores de Medjugorje y el Papa de Fátima, lo cual coincide con un mensaje que la Reina de la Paz dio a la Vidente Mirjana: “Lo que yo comencé en Fátima lo voy a terminar en Medjugorje” y en Fátima, el día del milagro del sol, la Virgen María le repitió a Sor Lucía: “Recuerda, al final, mi Inmaculado Corazón triunfará”.
