Entre el 19 y el 21 de noviembre de 2024 Ucrania lanzó misiles, fabricados en el Reino Unido y en Estados Unidos, para atacar objetivos dentro de la Federación Rusa, traspasando una línea roja que había anunciado Rusia.
Como respuesta al uso de armas de Estados Unidos y del Reino Unido, los rusos llevaron a cabo un ataque a una instalación industrial militar en Ucrania, con un nuevo sistema ruso de misiles, que no hay forma de contrarrestar, porque vuelan cerca de los 3 kilómetros por segundo.
En ese contexto, el presidente Putin declaró que a partir de ahora tiene el derecho de usar sus armas contra instalaciones militares de países que permiten que sus armas sean usadas contra Rusia, lo que significó una escalada del conflicto no sólo en Europa.
Por su parte, la decisión del presidente Biden de que Ucrania ataque a Rusia con misiles norteamericanos se produjo a días de perder las elecciones. En las que el ganador Donald Trump hizo campaña anunciando que Estados Unidos no participará en ninguna guerra durante su mandato. Sin embargo, para los profetas, parece estar diseñada por las fuerzas oscuras para desencadenar una gran guerra antes de que Trump asuma el cargo en enero de 2025.
Aseguran que todo esto nos pone cerca de una gran guerra y Europa se está preparando para esta posibilidad. “Dependemos ahora de la sangre fría de la cúpula rusa para soportar las provocaciones hasta el 20 de enero”. Pero ya sea ahora o más adelante, por ejemplo, cuando finalice el mandato de Trump o si lo matan en mitad de su mandato, las profecías indican que habrá una gran guerra.
Alois Irlmaier, por ejemplo, habló de una «gran guerra» en Europa, con destrucción de ciudades como París y Londres, dijo que durante una conferencia de paz, tres personas importantes serán asesinadas y cuando caiga la tercera, nadie podrá detener la guerra.
Aunque hay otras profecías, como las de Garabandal, que aseguran que no habrá una Tercera Guerra Mundial en el sentido completo del término, pero quizás estemos ante una definición diferente de lo que significa Guerra Mundial. Porque hemos venido experimentando un aumento de la tribulación y crecimiento del riesgo de una guerra atómica.
Sin embargo, al Padre Oliveira de Brasil se le reveló que la tribulación escalaría progresivamente desde octubre de 2023 y el 7 de octubre comenzó el conflicto en Medio Oriente.
Mientras el Padre Michel Rodrigue mencionó que el mundo pasaría por un mal catastrófico hacia finales de 2024. Tal vez se cumplió con esta crisis actual de los misiles entre Rusia y Estados Unidos o pueda venir otra cosa peor.
La Monja Nordestina, de la que hemos venido informando, tuvo una revelación de que explotaría un artefacto en Polonia que desencadenaría la Gran Guerra, incluso dijo que podría ser en un lugar cuyo nombre está relacionado con la Ciudad del sol y que sería uno de los primeros objetivos rusos cuando marche contra Europa occidental.
Pero según las profecías de Garabandal y muchas otras, Dios no permitirá que la catástrofe de una guerra atómica llegue a su clímax y realizaría un gran acto de misericordia para despertar a la humanidad, y llevarla al arrepentimiento, con el Aviso o iluminación de Conciencia.
El Padre Michel Rodrigue dijo que el Aviso ocurriría en el momento más crítico de la guerra, incluso dijo que vio el «dedo en el botón», indicando que el mundo estaría al borde de un conflicto nuclear en ese momento.
También se ha hablado de que el aviso podría coincidir con eventos importantes, como la canonización del beato Carlo Acutis en abril de 2025. Su madre recibió una visión en la que San Francisco de Asís le dijo que el Espíritu Santo descendería poderosamente sobre los jóvenes, durante la canonización de su hijo y esto parece alinearse con el Aviso, porque apunta a la conversión global y al regreso a Dios.
¿Estaremos al borde de una guerra atómica en abril de 2025?
Una de quienes tuvo las visiones más importantes sobre todo este proceso fue la beata Elena Aiello, en la década de 1960 dijo que el mundo estaba completamente trastornado y en una condición peor que en el tiempo del Diluvio. El materialismo avanza fomentando luchas sangrientas y conflictos fratricidas.
Nuestra Señora le dijo: “Solo Mi poder como Madre de Dios está impidiendo que estalle la tormenta, todo está colgando de un hilo delgado, y cuando este hilo se rompa, la justicia divina caerá sobre el mundo y ejecutará sus terribles designios purificadores”.
Agregó que pronto se verán manifestaciones que harán temblar incluso a los pecadores más obstinados, vendrán grandes calamidades sobre el mundo que traerán confusión, lágrimas y dolor. Además, grandes terremotos devorarán ciudades y países enteros, y traerán epidemias, hambrunas y una terrible destrucción. Especialmente en los lugares donde viven los hijos de las tinieblas y en las naciones anticristianas.
Alertó que, si las personas no reconocen en estas calamidades de la naturaleza, las advertencias de la misericordia divina, y no regresan a Dios con una vida verdaderamente cristiana, vendrá otra terrible guerra desde el Este. Rusia, con sus ejércitos luchará contra EE.UU. y pasará por Europa.
Nuestra señora dijo que “Si no rezamos, Rusia marchará sobre toda Europa y, particularmente, sobre Italia, trayendo mucha más ruina y devastación”. Pero agregó que “Roma será castigada por sus numerosos y graves pecados, porque aquí el pecado ha alcanzado su cumbre”.
Cuando habla de Roma se refiere al Vaticano, Italia será humillada y purificada con su sangre, sufrirá mucho debido a la multitud de pecados cometidos en esta nación privilegiada, que es la morada del Vicario de Cristo.
Predijo que la conquista de Roma se hará en medio de un terremoto, que además destruirá gran parte de ella, coincide con las profecías de María Julia Jahenny. Mientras que Elena Aiello presagió una guerra atómica, que comenzaría al alba y duraría alrededor de tres días, o setenta horas.
Luego el castigo sería arrojado sobre el mundo por manos de los ángeles y aquellos que no quieran arrepentirse de sus pecados serán sumergidos en un mar de fuego, aunque los tiempos que se avecinan parece que no serán fáciles, debemos ser personas de esperanza y alegría.
La Virgen María ha pedido que recemos el rosario diariamente y hagamos sacrificios para mitigar los efectos de estos eventos, y debemos ser conscientes de que las profecías no son inevitables, muchas veces son condicionales como en este caso.
Es por eso, que la oración y el arrepentimiento pueden cambiar el curso de los acontecimientos. A confiar que, al final, el Inmaculado Corazón de María triunfará.