El fiscal penal Pablo Socca acusó este jueves a cuatro policías de la Brigada Motorizada de Rosario por privación abusiva de la libertad, falsedad ideológica de instrumento público, robo, violación de domicilio, amenazas, portación ilegal de un arma, lesiones e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Los imputados, identificados como Lucas Xavir B., Bernardino F., Julián Oscar M., y Matías Nicolás O., cumplirán prisión preventiva por seis meses, según lo solicitado por el fiscal y dictado por la jueza de la audiencia, Paula Álvarez.
El raid de tropelías por el que fueron acusados los uniformados ocurrió el 7 de diciembre pasado a las 9.15 de la mañana en Esmeralda e Ituzaingó, en un procedimiento por la cuestionada facultad policial de averiguar antecedentes.
La víctima fue demorada por los policías, quienes les requirieron el DNI y la documentación de la moto Yamaha YBR en la que circulaba. Al no contar con ella, según el fiscal “abusaron de sus funciones” y lo “privaron ilegalmente de la libertad”.
“Tras confirmar la inexistencia de pedido de captura y/o de secuestro de la motocicleta, por razones que se investigan decidieron retenerlo, amenazarlo, sustraerle su teléfono celular y luego coaccionarlo con el fin de que se dirijan al domicilio de un familiar en Esmeralda al 2000”, sostiene la acusación que efectuó Socca este jueves en el Centro de Justicia Penal.
Una pesadilla
En ese domicilio “irrumpieron ilegalmente y procedieron a amenazarlos, golpearlos, y requisar ilegalmente el lugar”, dijo el fiscal, a la vez que le robaron $70.000 y un celular Motorola G6 de un familiar de la víctima. El teléfono contenía la filmación del allanamiento ilegal realizado por los uniformados, que “es sustraído para impedir la utilización y/o reproducción de las imágenes”, de acuerdo a la acusación.
La victima logró escapar de la vivienda por el balcón del 3º piso, trepando a los techos. Los policías lo siguieron e ingresaron sin autorización a otros domicilios, mientras solicitaban apoyo radial. El hombre finalmente fue detenido a las 10.40 en la casa de un familiar, ubicada en Berutti al 1900, señala la investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
“También con violencia, se introdujeron sin autorización, agrediéndolo físicamente sustrayendo dinero en efectivo y dispositivos electrónicos que se hallaban en una habitación; siendo un sistema de sonido nuevo con su caja contenedora adquirido el 06/11/24”, puntualiza la imputación.
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Además, para Socca, los policías de la Motorizada plantaron “en la escena del hecho un arma de fuego tipo revolver calibre 38 y 6 cartuchos”, en el techo de esa vivienda. Al realizar las actuaciones policiales, escribieron en el acto que el arma había sido descartada por la victima durante su escape. Por eso el fiscal también imputó a los cuatro por el delito de portación del arma “sin autorización legal y en condiciones inmediatas de uso”.
La víctima fue trasladada a la comisaría 2°, donde lo “amenazaron de muerte” y lo “agredieron físicamente con el fin de que brinde la contraseña del celular Motorola G6, el cual era de su hermano, con el objetivo de acceder y borrar los registros fílmicos incriminantes”. El móvil fue secuestrado finalmente por personal de Asuntos Internos el 15 de diciembre en el domicilio de unos de los policías imputados este jueves.
En el acta del procedimiento, los policías dijeron que los elementos secuestrado habían sido un intento de coima del detenido, que el arma había sido secuestrada en el techo de una vivienda por la huyó el hombre, y que los ingresos a los domicilios contaron el con consentimiento de sus moradores, entre otras falsedades.
Con esos datos, el hombre fue imputado por tenencia de arma de fuego, resistencia a la autoridad y cohecho activo el 11 de diciembre último. Hasta que el fiscal Socca advirtió la falsedad del procedimiento, y se invirtió el rol de los acusados.
