El Amor Después del Amor de Fito Páez, lanzado el 1 de junio de 1992, sigue siendo uno de los discos más emblemáticos de la música argentina y a la vez el más vendido de la historia del rock nacional. Con 14 canciones, varias de ellas convertidas en hits que sonaron en todas las radios del país, el álbum alcanzó la impresionante cifra de más de un millón de copias vendidas, un récord para la industria nacional. Este éxito se reflejó rápidamente en sus ventas: 30.000 copias en solo dos días y 20.000 en la primera semana. Además, Fito Páez logró llenar diez veces el mítico teatro Gran Rex. El músico rosarino fue el responsable de componer todas las canciones del disco, con la excepción de «La rueda mágica», que contó con la colaboración de Charly García. Fito grabó las voces, el piano, las guitarras y los teclados en todas las canciones, acompañado de Tweety González en la programación y órgano, Ulises Butrón en guitarras, Guillermo Vadalá en el bajo y Daniel Colombres en batería.
En el segundo puesto se encuentra Alta Suciedad (1997), de Andrés Calamaro. Este disco marcó el regreso del cantante luego de su separación de Los Rodríguez y se convirtió en uno de los más vendidos de la historia de la música argentina. Producido por Joe Blaney, Alta Suciedad fue grabado en Estados Unidos con músicos locales, pero lo que realmente lo catapultó a la fama fueron sus canciones, especialmente «Flaca», un éxito rotundo. Sin embargo, el tema «Loco» también dejó su huella debido a la controversia que generó: con su letra provocadora, fue censurado en varias ocasiones y Calamaro enfrentó problemas legales por presunta incitación al consumo de drogas.
Cerrando el podio, se encuentra Rockas Vivas (1985) de Miguel Mateos y su banda Zas. Este álbum en vivo, grabado durante cuatro noches de recitales en el Teatro Coliseo, marcó un antes y un después en la carrera de Zas. El disco se lanzó apenas cuatro años después de que la banda se presentara como soporte de Queen en el estadio de Vélez. Con más de medio millón de copias vendidas, Rockas Vivas consolidó a Zas como una de las bandas más importantes del rock argentino de los 80.
