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Nacimiento de Jesús: historias e hipótesis alrededor del 25 de diciembre

 

Cada 25 de diciembre, millones de personas celebran la Navidad alrededor del mundo. Si bien muchas familias ven en esta fecha una oportunidad para reunirse, compartir una comida e incluso hacer regalos, lo cierto es que, al escarbar un poco en la historia, aparecen dos teorías en torno a esta fecha: la primera, y quizás la más difundida, sostiene que el día coincide con el nacimiento de Jesús; mientras que la segunda apunta a que esta celebración fue establecida de forma arbitraria por un emperador romano, con el objetivo de difundir el cristianismo entre la población.

Según los Evangelios de Mateo y Lucas, Jesús nació en un pesebre ubicado en Belén, un territorio que actualmente es Palestina. Sin embargo, nunca se detalla en qué momento del año llegó al mundo el hijo de María e, incluso, hay hipótesis que sitúan al alumbramiento en abril o mayo, y otras que lo ubican en septiembre u octubre.

Entonces… ¿por qué Navidad se celebra el 25 de diciembre? Para responder a esta pregunta hay una teoría que se remonta a los años comprendidos entre 306 y 312, cuando el emperador Constantino reinaba sobre el Imperio Romano y dio libertad de culto al cristianismo.

Otras religiones que coexistían en el Imperio Romano con el cristianismo realizaban celebraciones o rituales durante diciembre, por lo que Constantino, quizás con la idea de que las festividades cristianas no se queden afuera de este mes cargado de eventos y también puedan comenzar a difundirse entre la población, estableció que el nacimiento de Jesús se celebraría el 25 de diciembre.

Una de las grandes ventajas de fijar a la mayor festividad cristiana a fines de diciembre era que coincidiría con las Saturnales y el Sol Invictus, dos celebraciones paganas de los romanos. Posiblemente, Constantino entendió que, al establecer una tradición que les sea fácilmente asimilable, sería más fácil convertir a los paganos al cristianismo.

Cabe destacar que el emperador romano tuvo apoyo del Papa Julio I a la hora de fijar que el nacimiento de Jesús se celebraría el 25 de diciembre.

¿En qué consistían las celebraciones paganas?

Los romanos ya tenían una festividad propia fijada para el 25 de diciembre: el Sol Invictus. Paradójicamente, también se celebraba un nacimiento, pero en este caso el de Apolo, Dios del Sol. El emperador Constantino le daba gran importancia a esta deidad e, incluso, decretó que los domingos serían un día de descanso dedicado a honrarlo. No obstante, con la instauración del Cristianismo, esta conmemoración fue tildada de “pagana”.

Antes de que emerja el Cristianismo, los romanos eran politeistas, es decir que creían en varias divinidades que regían distintos ámbitos de su vida. Por ejemplo, el Dios Saturno controlaba la agricultura y, para que las cosechas sean prósperas, se lo celebraba con las fiestas “Saturnales” o la “Saturnalia romana”.

Generalmente, esta celebración se realizaba entre el 17 y el 23 de diciembre, cuando ocurría el solsticio de invierno. Con la llegada de los días más oscuros del año -el Sol salía tarde y se ponía temprano- las tareas agrícolas iban finalizando, lo que permitía que los campesinos puedan postergar algunos trabajos para dedicarse a festejar.

Durante los días que duraba esta fiesta, los romanos realizaban grandes banquetes, visitaban a familiares y amigos e intercambiaban regalos. Unos tintes que heredó su sucesora cristiana, la Navidad.

¿Qué dicen los evangelios?

Los evangelios no detallan cuándo nació Jesús, pero sí dan cuenta de que el alumbramiento se produjo en un establo de Belén. No obstante, hubo historiadores y teólogos que intentaron calcular cuándo nació Cristo.

En Lucas 2:8 se detalla que en la región donde nació Jesús había “pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche”. No obstante, se cree que en esos tiempos los judíos enviaban a sus animales a los desiertos durante la primavera (promediando el mes de abril) y los traían de regreso con las primeras lluvias del otoño.

Según el documento de Lucas, cuando Jesús nació las ovejas estaban al aire libre, por lo que podría suponerse que aún no había llegado el otoño en aquellas latitudes. Al considerar esta teoría, el alumbramiento estaría más cerca de ser en septiembre u octubre que en diciembre.

En la Biblia también se indica que Jesús nació unos seis meses después que Juan el Bautista. Siguiendo esta hipótesis, Juan habría nacido en marzo y Jesús en septiembre.

Pero al tener en cuenta los manuscritos del Mar Muerto, también nace la hipótesis de que Juan nació a finales de junio y Jesús sobre finales de diciembre. Sin embargo, también hay quienes sostienen que el alumbramiento del hijo de María se dio durante la primera semana de enero.

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