Jorge Geffner, profesor de Inmunología en la UBA e investigador del CONICET, aclaró que una ingesta moderada no compromete en absoluto ni la salud ni la respuesta inmune.
En el comienzo del plan de vacunación contra el coronavirus en Rusia, la a viceprimera ministra Tatiana Golíkova, encargada del operativo a nivel nacional, instó a los inmunizados con la Sputnik V a no beber alcohol hasta que no hayan pasado 42 días de haberse aplicado la primera de las dos dosis.
Sin embargo, Jorge Geffner, profesor de Inmunología en la UBA e investigador del CONICET, aclaró que esta contraindicación no afectaría a las personas que beban moderadamente. "No es que no se puede tomar alcohol durante 42 días tras la colocación de la vacuna rusa. Eso es absolutamente falso", dijo el experto en declaraciones a Futurock.
"Obviamente no estamos hablando de una personas enferma alcohólica, porque los alcohólicos tienen una cirrosis hepática, etc, estamos hablando de las personas que toman una copa o dos de vino durante el día", aseguró Geffner. Y aclaró que: "No pasa con ninguna de las vacunas. Una ingesta de ese tipo no compromete en absoluto ni la salud, ni la respuesta inmune, ni tampoco la respuesta de ninguna de las vacunas".
Asimismo, respecto a los planes del Gobierno que anunció que estima vacunar a 10 millones de personas entre enero y febrero, el especialista afirmó que "es posible en la medida de que la cantidad de dosis comprometidas lleguen al país en tiempo y forma".
"El cuello de botella que se podría generar en la vacunación es si no llegan 2 millones de dosis", dijo. "Es un desafío producir tantas dosis de vacunas, pero el compromiso está", añadió.
Sin embargo, dijo que "la inmunidad de rebaño va a llegar con un 70 u 80% de la población vacunada. Estamos muy lejos de la inmunidad de rebaño, creemos que podría llegar en mayo, junio o julio", aseguró.