La fundación En cumplimiento del deber, dedicada al asesoramiento legal a integrantes de las fuerzas de seguridad, presentó una denuncia contra la diputada nacional de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine, por sus reiterados insultos a la vicepresidenta Victoria Villarruel, y pidió que sea removida de su banca.
La presentación se tradujo a una nueva escalada en las tensiones internas que existen dentro del oficialismo, donde el presidente Javier Milei y su vice protagonizan desde hace tiempo una confrontación a cielo abierto. Es que Villarruel compartió en sus redes sociales una noticia que se hacía eco de la denuncia dirigida a Lemoine, quien no dudo en calificar la situación como «un delirio total».
Dicha denuncia fue presentada por la ONG En cumplimiento del deber, que preside el abogado y ex precandidato a diputado provincial bonaerense por el partido Nueva Unión Celeste en 2023, Claudio Venchiarutti, quien argumentó: «El problema acá es el daño institucional que genera (Lemoine) tanto atacando a la investidura vicepresidencial como a ciudadanos que se expresan libremente en las redes, donde expresa insultos que afectan la ética y la honestidad de cualquier servidor público».
Villarruel compartió la denuncia por redes sociales.
Puntualmente, la fundación tomó de ejemplo las veces en que la legisladora trató de «garrapata» y «sanguijuela» a la titular del Senado y las acusaciones que hizo en torno a que «los votantes de Victoria Villarruel no existen y son un call center en Twitter». A esto sumaron expresiones «ofensivas dirigidas a ciudadanos en redes sociales», tales como «sobame la quena, reina»; «sacudite la entrepierna, a ver si se te sale la arena» y «mogólico».
El titular de la ONG denunciante señaló en diálogo con La Nación que estas declaraciones no solo afectan el honor de las personas, sino que se traducen a un clima de hostilidad e intolerancia que resultan incompatibles con los valores de convivencia democrática y respeto por la diversidad ideológica.
Es en ese sentido que promueven que Lemoine -sumamente cercana al presidente Javier Milei- sea expulsada de la Cámara de Diputados. Este pedido se ampara en el artículo 66 de la Constitución Nacional, que contempla la exclusión de un legislador en caso de inhabilidad moral.
Según apuntaron desde la fundación, «el lenguaje utilizado por la diputada Lemoine trasciende los límites de la libertad de expresión», algo que la propia legisladora rechazó totalmente, calificando la presentación de «delirio total».
Ante la consulta puntual de La Nación, Lemoine dijo que hasta el momento no fue legalmente notificada de la situación y planteó: «Espero que Villarruel no tenga nada que ver con esto, porque demostraría estar hecha de cristal. Por lo pronto, me alegro de haber expuesto ante la opinión pública cuál es su verdadero rostro y de qué tipo de persecución son víctimas aquellos que le desagradan tal como hizo en otras ocasiones con otra gente de nuestro espacio».
El artículo 66 de la Constitución Nacional, en el que se ampara la denuncia, establece: «Cada Cámara hará su reglamento y podrá con dos tercios de votos, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirle de su seno; pero bastará la mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir en las renuncias que voluntariamente hicieren de sus cargos».
No obstante, a favor de Lemoine jugaría el artículo 68 de la carta magna, que sostiene que «ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato de legislador».
