El Observatorio Social del Transporte encuestó a más de mil ciudadanos que residen en unas setenta localidades santafesinas, con el objetivo de identificar los principales problemas que presenta el sistema de transporte, después de que el Gobierno Nacional eliminara todos los subsidios. Del relevamiento se desprende que las malas frecuencias y las demoras de los servicios urbanos e interurbanos, como así también los altos costos de las tarifas y el mal estado de las unidades son las fallas más notorias.
La encuesta –que se realizó en la primera quincena de octubre– contempló la opinión de 1.500 santafesinos. De ellos, el 94,2% dijo usar el transporte público: un 40,4% lo hace para trabajar, el 34% para estudiar y el 25,6% para actividades personales y recreativas.
Entre las personas que se toman colectivos urbanos e interurbanos en la provincia, poco más de la mitad lo hace a diario. Como principales fallas en el servicio, los encuestados señalaron a las frecuencias (en el 84% de los casos relevados), la tarifa (72,7%) y el estado de las unidades (47,1%).
En el hipotético caso de que existiese la posibilidad de viajar entre ciudades en tren, el 90% de los encuestados dijo que lo tomarían.
Dentro de los encuestados que dijeron no usar el transporte público, un 57,5% señaló como motivo las bajas frecuencias y demoras; un 45% opinó que los recorridos son insuficientes; y un 32,5% dijo que no usa colectivos por los altos costos de la tarifa.
En diálogo con los medios, entre ellos Conclusión, la diputada provincial Lucila De Ponti destacó: “Es la primera vez que hacemos un informe donde se mide qué pasa a nivel provincial y cuáles son los principales problemas que detectan los usuarios. En primer lugar, aparece la baja frecuencia y las demoras. Si el servicio funcionara mejor, habría más santafesinos que lo tomarían y esto generaría mayores ingresos para las empresas, pero lamentablemente seguimos viendo que la principal deficiencia tiene que ver con un incumplimiento de horarios”.
La legisladora, además, advirtió que las tarifas tienen “un precio muy elevado”, y recordó que, en lo que va del año, los servicios interurbanos tuvieron un amento superior al 450%, pero no se verificó que “la calidad del servicio haya mejorado con estos aumentos del pasaje”.
“Tenemos un servicio caro y deficiente. La Secretaría de Transporte debería controlar que las empresas que tienen contrato de concesión para circular en las rutas santafesinas cumplan con la frecuencia establecida y con la cantidad de unidades en circulación, que tienen que estar en buen estado y adecuadas para personas con discapacidad”, observó De Ponti.
La presidenta de la comisión de Transporte de la Cámara de Diputados de Santa Fe objetó también que durante la mañana algunos servicios –principalmente los que conectan al Cordón Industrial con Rosario– se ven colapsados y las unidades “no dan abasto y eso genera demoras en las frecuencias”. A la noche, en tanto, hay franjas horarias donde “directamente algunos colectivos no circulan”.
“Estos problemas sólo pueden resolverse con el control del Estado, para que las empresas cumplan con su parte, teniendo en cuenta además que más del 60% de los recorridos son realizados por una sola de ellas. Sabemos que hay que dotar a la Secretaría de Transporte de la provincia de más y mejores herramientas para que esto suceda, por eso venimos impulsando la discusión de una nueva Ley de Transporte para que, por ejemplo, los contratos sean adjudicados a través de licitaciones públicas con pliegos transparentes que estipulen con claridad cuáles son los requisitos que las empresas tienen que cumplir en la prestación del servicio”, cerró la diputada del bloque Santa Fe Sin Miedo.
