El presidente Javier Milei fue tajante y echó de su cargo de canciller Diana Mondino, por no posicionarse con Estados Unidos e Israel en la votación de la ONU en contra del bloqueo estadounidense a Cuba.
En su lugar, el mandatario eligió a una de sus personas más cercanas, Gerardo Werthein, quien hasta hoy se desempeñaba como embajador argentino en EE.UU.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores, además, es presidente honorario del Comité Olímpico Argentino (COA) y fue uno de los que viajó junto a Milei y Eduardo Elsztain en la visita a la comunidad judía Jabad Lubavitch (y a la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson), que tuvo lugar días después del triunfo electoral del libertario.
Veterinario de profesión, Werthein forma parte de una de las familias más ricas del país (integró hasta 2019 el Grupo Werthein, uno de los holdings de negocios más grandes), llegando a ser propietaria de Telecom y luego de DirecTV, entre muchos otros.
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Su carrera como empresario se basa en múltiples negocios en medios de comunicación (dentro y fuera de Argentina), agricultura, energía, telecomunicaciones, sector inmobiliario, industria alimenticia y la salud, manteniendo estrechos lazos con el establishment estadounidense y con una fuerte pata en el deporte, siendo también miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y Olympic Broadcasting Services (OBS) y en su momento titular del Enard.
La salida de Mondino, una de las funcionarias de la primera hora de la gestión libertaria, ya había sido precedida por otras dos bajas fuertes dentro de su ministerio, como las del vicecanciller Leopoldo Sahores y del embajador en la ONU Ricardo Lagorio.
