Este miércoles, la Asociación Mutual de Ayuda al Prójimo presentó un informe sobre la realidad de las mujeres en barrios vulnerables, realizado a partir de un exhaustivo relevamiento en la zona oeste de la ciudad que revela que dos de cada tres mujeres han sufrido violencia de género a lo largo de su vida. Otras de las problemáticas sobre las que abunda el informe es el consumo de sustancias, agravado por los traumas sufridos en el marco de la vulnerabilida, la marginalidad y falta de recursos de todo tipo.
El relevamiento se hizo con 150 mujeres, un número llamativo para un trabajo de este tipo, en el barrio Bella Vista Oeste, donde Amap, desde hace años, despliega sus redes solidarias. Según explicó la psicóloga Rocío Suárez Ordoñez, un 55% de las mujeres consultadas admitieron haber sufrido violencia de género en algún momento de su vida. «Les hicimos dos preguntas, si sufrieron violencia en su infancia y si la sufrieron mientras eran adultas. Un 55% contestó que sí, lo cual nos ubica por encima de la media. Tenemos que saber que los números internacionales dan una de tres mujeres y nosotros estamos en dos de tres, o sea que la violencia de género en el barrio Bellavista Oeste es muy muy alta».
En ese sentido, la profesional apuntó que «el 91% sufrió violencias emocionales o verbales, el 14% violencia sexual y más del 20% violencia física». Y también especificó que esas violencias se dieron en manos de parejas, padres y abuelos.
Algo que destacó la psicóloga es que las mujeres del barrio manifiestan la necesidad de acceder a herramientas que les permitan crecer económicamente, herramientas para maternar, para cuidarse y explorar diversos aprendizajes. «A partir de todos esos datos, de lo que nos dijeron a nosotros, hemos creado una agenda de género para darles una devolución y la presentamos con la Dirección de Género y la Secretaría de Género y la verdad, es que fue muy bien recibido, vinieron al desayuno que hicimos con las mujeres, que fue algo hermoso».
Sobre dicho desayuno, Suárez señaló que fueron llamando a las mujeres para invitarlas a participar del mismo, y se sumaron unas 70, lo cual fue algo inédito.
Otro punto fundamental surgido del relevamiento tiene que ver con el consumo de sustancias. «Primero preguntamos la percepción que tienen entre la violencia y el consumo de sustancias. Un 40% admitió que sí lo había, que había sufrido algún tipo de trauma relacionado a ese consumo.
Sobre poder replicar este tipo de relevamiento en otros barrios de la ciudad,Agustín Ciuffoli, de la Coordinación de Amap señaló que la ONG trabaja en Bella Vista hace más de 30 años y que lo que se busca es «poder acompañar a la población y no pararse de un lugar de saber lo que necesita el otro, sino acompañar y escuchar cuál es la necesidad y la demanda, que justamente es lo que hicimos ahora».
«La idea era poder lanzar una encuesta a nivel global y poder escuchar cuáles eran los traumas vividos, cuáles eran las necesidades, y en función de eso pensar actividades y proyectos para restaurar derechos vulnerados. «Considero que es muy bajo el grado de posibilidad de problematización de esta situación. Muchas mujeres con las que nosotros trabajamos cotidianamente no perciben estas situaciones como violentas. Por eso uno trabaja día a día, para hacer visibles estas situaciones, poder empoderar, poder devolver derechos que no estaban siendo puestos en acción, y por eso en paralelo tratamos de generar acciones y actividades que puedan fortalecer a las mujeres del barrio».