El sábado 30 de diciembre de 1882, el Teatro Olimpo de “Mitre 5-3-4” (si lo leyó cantando y acordándose de la publicidad de la concesionaria, alégrese, tiene oído y visión musical!), se vio colmado con lo más granado de la sociedad rosarina de entonces.
El sábado, el domingo y hasta el lunes 1º de enero de 1883, cuando se debió agregar una nueva función de la Compañía de Zarzuela, que puso en escena “Mantos y Capas” y “El anillo de hierro”, drama lírico en 3 actos estrenado, apenas 4 años atrás en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Realmente, autoridades y elite social solían “tirar la casa por la ventana” con fastuosas reuniones en toda oportunidad que tuvieran, aún cuando no se había construido el Tren Presidencial, inaugurado en 1912 y que llegó a utilizar hasta el mismísimo Alfonsín y hoy está detenido en el tiempo y el espacio en el Museo 17 de Octubre de la Quinta de San Vicente que perteneció a Juan Domingo Perón.
Rosario recibía, como tantas otras veces, la visita del presidente Julio Argentino Roca, que vino a pasar un largo fin de semana y entre los glamorosos convites, fue invitado al bello teatro ubicado en la entonces calle Progreso (hoy Mitre), casi esquina Tucumán, la misma esquina en la que asesinaran, casi 34 años después, al abogado italiano Francisco Netri, uno de los más encarnizados impulsores del Grito de Alcorta, que dio origen a la Federación Agraria.
Y ya que hablamos de Netri, que tenía dos hermanos sacerdotes, memoramos al beato fray Mamerto Esquiú, quien en su corta labor como obispo de Córdoba viajaba a La Rioja para bendecir el cementerio y tratar con el gobernador Francisco Bustos, un problema de jurisdicción. Al llegar a la Estación Avellaneda, pagó el almuerzo a tres jesuitas que iban a misionar a Santiago del Estero y pernoctaron en Recreo, Catamarca, para continuar luego en la Mensajería rumbo a La Rioja.
Mensajerías, nombre original de las cambiadas calles 25 de Diciembre y Juan Manuel de Rosas, tienen un capítulo especial en nuestra amada Rosario, siendo el nombre más antiguo de calle que se conoce. Mensajerías, galeras tiradas por dos o tres yuntas de caballo para recorrer los difíciles caminos de la Patria, parando en algunas postas para cambiar caballos y refrescarse.
Ese diciembre, hace 142 años, al Fray Mamerto Esquiú lo vieron pasar por El Suncho, La Orqueta, La Guardia, Casa de Piedra, el cerro Ancasti… Los paisanos le pedían que rece pidiendo lluvia para la agreste vegetación en los llanos catamarqueños. El beato se internaba en los inhóspitos territorios y oraba de rodillas con los brazos en cruz. La lluvia no tardó en llegar…
Ayer, multitudes de grey católica en todo el mundo acompañaron a sus Pastores para que se abrieron las puertas de catedrales dando comienzo al Año Santo Jubilar con la consigna Peregrinos por la Esperanza para este inminente 2025 que, quiso la Providencia, se celebrara en Rosario el Tricentenario de la designación del primer Alcalde de la Hermandad de la Capilla del Rosario del Pago de los Arroyos, don Francisco de Frías.
Que sea una buena oportunidad para defender la Patria desde la Cuna de la Bandera, con fe, con esperanza y con buenas acciones y gestiones. Así, por nuestras obras, nos conocerán.