El Gobierno de Rusia informó que se impusieron restricciones provisionales a la exportación de uranio enriquecido a Estados Unidos. Se trata de una medida simbólica de represalia después de que en mayo pasado, el presidente norteamericano Joe Biden prohibiera estas importaciones hasta 2040, con excepciones permitidas hasta 2028.
Las restricciones se aplican a las exportaciones a los Estados Unidos y a las realizadas en virtud de acuerdos de comercio exterior con entidades registradas en jurisdicciones estadounidenses, con exenciones que permiten entregas bajo licencias únicas emitidas por el Servicio Federal de Control Técnico y de Exportaciones.
La medida plantea problemas de suministro a las centrales nucleares de los Estados Unidos, que el año pasado dependían de Rusia para una cuarta parte de su uranio enriquecido.
Las compras estadounidenses de uranio ruso ascendieron a 574 millones de dólares en lo que va de año, casi un 32% menos que el mismo período de 2023, según estadísticas estadounidenses.
Rusia posee cerca del 44% de la capacidad mundial de enriquecimiento de uranio y cerca del 35% de las importaciones estadounidenses de combustible nuclear solían proceder de Rusia, según la oficina estadounidense de energía nuclear.
No obstante, en mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó una ley por la que se prohibía el uranio enriquecido ruso, aunque Washington también tiene la capacidad de emitir exenciones si hay problemas de suministro.
En respuesta, el gobierno ruso impuso restricciones temporales a las exportaciones a Estados Unidos, aunque precisó que había excepciones. “La decisión se tomó siguiendo instrucciones del presidente en respuesta a la restricción y prohibición impuestas por Estados Unidos”, aclararon desde el Kremlin.
