El Gobierno formalizó esta semana el pedido de un nuevo acuerdo con el FMI y en pocos días dejará sin efecto el impuesto PAIS. Pero en el mercado financiero se especula con que la salida del cepo cambiario demorará más de lo previsto. Ya no se espera que las restricciones cambiarias se levanten en la primera mitad del 2025, y las apuestas de los inversores piensan más en alguna fecha posterior a las elecciones legislativas de octubre.
Una de las razones está vinculada con el salto que experimentó el dólar en los últimos días. Cuando parecía que la brecha cambiaria se reducía al mínimo y que la divisa se ubicaría en torno de los $1.000, se produjo una fuerte suba que terminó ubicando al blue en $1.165. El ministro de Economía, Luis Caputo, buscó relativizar la suba y la adjudicó a una mayor demanda por las vacaciones.
La acumulación de reservas es la única condición que el gobierno no pudo cumplir del acuerdo con el FMI que concluirá a fin de año. A pesar de ello, el organismo multilateral prefirió ver el medio vaso lleno y salió a destacar los «logros impresionantes» del plan económico, incluida la reducción de la inflación y el superávit fiscal.
A su vez, la suba en la cotización de la divisa en Brasil plantea un desafío adicional por la pérdida de competitividad de los productos argentinos que se exportan al gigante del Mercosur. Caputo está convencido de que una de las claves para resistir estos desafíos está en dinamizar el crédito al sector privado.
En ese sentido, trascendió que el gobierno flexibilizará las condiciones para que los bancos puedan entregar préstamos en dólares en el país. Se trata de un mecanismo hoy restringido a exportadores o agentes económicos que tengan ingresos en moneda extranjera (o vinculados a cadenas de sectores exportadores), una medida macro prudencial que se instaló tras la crisis de 2001 que afectó al sistema financiero local.
Para el equipo económico, una de las claves del proceso es que la inflación está viajando al ritmo del crawling peg más la inflación internacional de Estados Unidos. Así, consideran que se estabilizó el tipo de cambio real.
Para el director de la Fundación FIEL, Daniel Artana, una de las razones por las cuales no se puede levantar el cepo de forma inmediata es que las reservas netas siguen en terreno negativo. El economista alertó que si se abriese el cepo cambiario por completo, las empresas, con una aproximación de u$s 6.000 millones de dividendos retenidos, podrían recibir «una orden de la casa matriz para que manden la plata afuera». Ante esa perspectiva, explicó que hay que tener reservas para hacer frente a esa contingencia.