Diecisiete detenidos en la Alcaldía N°9 ubicada en la calle Gana al 400, en el barrio porteño de Liniers, se dieron a la fuga el lunes por la noche tras realizar un boquete sin llamar la atención de la autoridades policiales.
De los 17 evadidos, once son argentinos y seis de nacionalidad chilena. La mitad cuenta con domicilio en provincia de Buenos Aires, mientras que cinco de ellos se encontraban cumpliendo una condena en dependencias de Capital Federal.
En las últimas horas solo se logró recapturar a dos. Se tratan de Jorge Alet, de 33 años, y Axel Romero, de 21. Ambos estaban detenidos por el delito de robo.
Sin embargo, otros 15, que cuentan con antecedentes de gravedad, son buscados de manera intensa a través de un amplio operativo.
En este sentido, la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) trabaja intensamente con requisas y se profundizaron los controles.
En paralelo, los Ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación, a través de la Policía Federal, también participan en la búsqueda de los evadidos.
El fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques, ordenó abrir un expediente para investigar a los efectivos policiales, tras la fuga masiva de 17 reos de una comisaría ubicada en el barrio porteño de Liniers, un hecho al que calificó de «una gravedad institucional importante».
«Hubo connivencia o negligencia», subrayó Mahiques, y añadió que «es alarmante que nadie haya visto o escuchado nada», al referirse a la evasión de los presos.
En ese sentido, el fiscal remarcó que lo sucedido es de «una gravedad institucional importante», pero advirtió que «la policía no está en condiciones» de cuidar a los detenidos.
El fiscal tomó la determinación de investigar a los oficiales luego la denuncia penal que presentó el Gobierno porteño contra Pablo Kisch y Jorge Azzolina, ex jefe y subjefe de la policía, respectivamente, desplazados de sus puestos y sustituidos por Diego Casaló y Carla Mangiameli.