El grupo Los Grobo Agropecuaria tuvo entre el 2 y el 6 de enero pasado un total de 15 cheques rechazados por falta de fondos por un valor de 1.376 millones de pesos, mientras que la empresa Agrofina registró 3 cheques sin fondo por 450 millones de pesos, según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Tras el default de Los Grobo Agropecuaria a fines del año pasado, muchos productores que habían entregado granos y todavía no cobraron (por medio del sistema de fijaciones abiertas) pidieron que se liquide esa deuda.
Los Grobo Agropecuaria SA y Agrofina, vinculadas y controladas por el fondo de inversión Victoria Capital Partners (VCP), informaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no pudieron cubrir un pagaré bursátil por US$ 100.000 y a su vez anunciaron que no iban a poder afrontar los pagarés bursátiles con vencimientos hasta el 31 de marzo, que suman otros US$ 10 millones.
El CEO de la firma es Enrique Flaiban, en representación de VCP, que posee el 90% del capital accionario. Los hermanos Gustavo y Matilde Grobocopatel, de la familia fundadora, conservan el restante 10% de la empresa.
“En el marco de un mercado con una retracción desafiante, estamos transcurriendo una situación de iliquidez transitoria que impacta en el pago de los pagarés bursátiles emitidos», habían dicho desde el Grupo Los Grobo tras informarle la cesación de los pagos a la CNV.
También afirmaron que estaban “trabajando para resolver una situación de iliquidez temporal” y que estaban analizando todas las alternativas que permitieran hacer frente a las obligaciones financieras, “priorizando nuestro compromiso con productores, proveedores, colaboradores y clientes”.
La calificadora de riesgo Fix, en su último informe, señala que la deuda total consolidada de Agrofina y Los Grobo asciende a u$s207 millones, de los cuales u$s52 millones vencen en los próximos tres meses. Aunque las empresas cuentan con inventarios de rápida realización por u$s65 millones y caja disponible de u$s15 millones, estos recursos resultan insuficientes para cubrir sus compromisos inmediatos.
Por esa razón, las alternativas que puede explorar para superar su situación de cesación de pagos es procurar una reestructuración de su deuda para extender plazos de cancelación o reducir montos; la venta de activos de las compañías; y el aporte de nuevos capitales, para lo cual debería recuperar la confianza de los mercados.
Por su parte, Surcos, la otra de las empresas que está en default y que pidió ingresar al Procedimiento Preventivo de Crisis, debe afrontar un juicio iniciado por Finlatina y un pedido de embargo por más de $ 21.000 millones.
