Cacho Deicas, cantante del grupo de cumbia Los Palmeras, sufrió un ACV isquémico transitorio este viernes pasado, por lo que tuvo que ser internado de urgencia.
Luego de pasar la noche en el Sanatorio Central Grupo MIT de Santa Fe, el conjunto de música compartió el parte médico oficial para llevar tranquilidad a todos sus fanáticos: «Continúa su evolución con cuidados intensivos manteniendo la mejoría clínica y neurológica (vigil, lúcido, sin déficit motor), completando estudios habituales para su patología».
A su vez, dejaron un mensaje en su cuenta de Instagram, agradeciendo la preocupación de sus seguidores frente a esta noticia: «Amigos, queremos compartir con ustedes que nuestro querido Cacho se encuentra estable y en evolución, acompañado por su familia en la clínica. Agradecemos profundamente cada mensaje de apoyo y cariño que nos han enviado».
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QUÉ LE PASÓ A CACHO DEICAS
A través de un comunicado de prensa, el Grupo MIT indicó que el cantante de Los Palmeras ingresó al sanatorio el jueves «por un déficit neurológico agudo, sin compromiso del estado de conciencia ni disfunción de otros sistemas, dicho défict presentaba varias horas de inicio» y tras varios estudios, se le diagnosticó un «accidente cerebro vascular isquémico».
Además, explicó que se encuentra internado en la unidad de terapia intensiva «con control multidisciplinario, tratamiento farmacológico y monitoreo estricto». Sin embargo, se aclaró que se encuentra «lúcido, estable hemodinámicamente, en compañía de su familia» y que «evoluciona en horas con mejoría».
De hecho, en las próximas horas podría dejar la Terapia Intensiva y pasar a una sala común. No obstante, se continuarán realizando estudios atentos a su historial clínico.
Deicas ya había sufrido una situación similar en julio de 2009. «Estaba en mi habitación, en la cama, viendo un partido y, cuando escucho que me llama mi mujer para ir a tomar unos mates a la cocina, noto que las piernas no me responden. No sentía ni las manos ni la boca. Es una cosa que no tiene explicación, es horrible, perdés el sentido de todo. No podía hablar», explicó en su momento.
«En ese momento, la cabeza trabaja a mil por hora. Pensás en las cosas que hiciste, en las cosas que dejaste de hacer, en las cosas que dejás, en las cosas que podrías haber hecho», añadió.