Uno de cada cuatro inquilinos debió rescindir su contrato de alquiler en septiembre, al no poder hacer frente a los costos, los cuales, sumados a las expensas, absorbieron casi la mitad de los ingresos de las personas que rentan una vivienda, según datos arrojados por la Encuesta Nacional Inquilina.
El relevamiento –que fue realizado durante septiembre por la organización Inquilinos Agrupados– indicó que el 26,7% de las personas que alquilan tuvo problemas para pagar la renta, y debieron dar de baja el contrato al no poder hacer frente a los costos.
Asimismo, se detalló que los inquilinos destinaron el 44,5% de sus ingresos a pagar el alquiler y las expensas del inmueble. En esta medición no se tienen en cuenta los impuestos y las tarifas de servicios, los cuales aumentaron considerablemente el monto destinado a los gastos de vivienda.
El estudio también apuntó que, en septiembre, y con respecto a junio, el precio de los alquileres creció, en promedio, entre un 30% y un 48%, superando ampliamente a la inflación registrada en este período.
Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), los precios aumentaron un 4,6% en junio, un 4% en julio y un 4,2% en agosto, totalizando un alza del 12,8%. Aún resta conocerse la cifra de septiembre, que será difundida el jueves 10 de octubre.
Desde Inquilinos Agrupados también advirtieron que el 70% de las personas que firmaron contratos de alquiler una vez que se implementó el DNU 70/2023 tienen actualizaciones mensuales, trimestrales o cuatrimestrales; y que el 77% de los acuerdos se firman por plazos de dos años e incluso menos.
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Cabe recordar que el DNU derogó la Ley de Alquileres, que establecía que los contratos debían durar tres años y los montos de la renta debían actualizarse una vez al año.
La encuesta también alertó que el 5,4% de los inquilinos se han quedado sin ingresos, tras haber sido despedidos de sus puestos laborales. Además, un 24% de las personas que alquilan están en búsqueda de empleo.
En cuanto a la emancipación, el relevamiento arrojó que recién entre los 26 y los 30 años las personas se mudan de la vivienda familiar para comenzar a vivir solos. “Las condiciones laborales de los jóvenes de hasta 25 años y las exigencias del mercado imposibilitan alquilar una vivienda”, observó el informe.