En medio de la incertidumbre por la posible compra por parte del gobierno argentino de la vacuna rusa contra el coronavirus, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, aseguró que “no se está salteando ningún paso" en el marco de los ensayos clínicos de aquellas que todavía están en fase de experimentación, sino que "simplemente se están haciendo más rápidos”.
Durante una entrevista en A24, la funcionaria se refirió a su viaje a Rusia para interiorizarse sobre el avance de la denominada Sputnik V y precisó que aspira a “que un gran porcentaje de la población adhiera voluntariamente” a aplicarse estas dosis.
“Los pasos son los mismos para todas las vacunas. No podemos negar que Rusia es una potencia científica y tecnológica, tiene premios Nobeles, desarrolla sus propios insumos. Nosotros no fuimos (hasta ese país) a ver si era cierto, fuimos con preguntas concretas”, destacó.
Además, la representante del Ministerio de Salud, que lidera Ginés González García, aclaró que todavía la administración de Alberto Fernández no hizo ninguna compra, sino que solamente recibió “ofertas puntuales de los laboratorios productores”, con los que se firmaron “contratos a riesgo para poder asegurarse la provisión” de estos insumos en caso de que se compruebe su eficacia.
“Es una situación extraordinaria. Está todo el mundo muy cansado, la gente está muy angustiada y tiene incertidumbre. Están viendo en tiempo real que se están produciendo vacunas en un periodo corto, eso puede generar alguna duda y es importante explicarle a la población que no se está salteando ningún paso, que simplemente se están haciendo más rápido”, sostuvo Vizzotti.
En este sentido, la funcionaria remarcó que “todas las entidades regulatorias y todos los laboratorios productores se están dedicando exclusivamente a esto y dejaron de hacer todo lo otro” que tenían previsto.
“Entonces, esos pasos administrativos que habitualmente son más lentos, se acortan. Pero los ensayos para definir si la vacuna es segura, si genera anticuerpos, si previene la infección, la mortalidad o la infección, se están haciendo y se están analizando”, agregó.
Entre otras cuestiones, la secretaria de Acceso a la Salud detalló que “el laboratorio ruso no tiene representante en la Argentina”, a diferencia de las otras empresas que también están desarrollando dosis para prevenir el COVID-19.
Tras regresar de Moscú, Vizzotti señaló que “hasta ahora sabemos que las vacunas son seguras”, pero reconoció que aún “no han demostrado que en las personas pueda prevenir la enfermedad”, ya que eso se comprueba en la Fase 3, la cual se está llevando adelante actualmente y el gobierno argentino está “esperando ese resultado”.
“Nos reunimos con el ministerio de Salud de Rusia, con el Fondo Soberano de Inversión, con el Instituto Gamaleya y tuvimos un panorama de primera mano para poder generar los nexos para trabajar con ANMAT y tener la información que se necesita”, destacó.
En este sentido, la funcionaria sostuvo que “la vacuna rusa es una de las más avanzadas, ya se usó en la plataforma del virus del ébola y en otras enfermedades” y por el momento “no ha generado ninguna alerta en relación a los efectos adversos”.
“Todas las fases 1 y 2 se hacen con un número reducido de sujetos sanos. Fueron 76 hombres. En estos no hay diferencia de géneros. En la Fase 1 y 2 se ve si la vacuna es segura y genera anticuerpos. En la 3 se necesitan más personas para ver diferencias entre los que se vacunaron y los que no. Los (voluntarios necesarios para los) ensayos clínicos en esta etapa son entre 30 y 40 mil personas”, puntualizó.
Por último, Vizzotti adelantó que esta dosis “no se puede aplicar antes de terminar los ensayos” y que solo “en el momento que la ANMAT diga que es seguro, se avanzará con el siguiente paso, que es generar la estrategia de implementación”.