Por Daniel Caran
Como cada intencionalidad escondida, ésta tiene sus bemoles particulares, y pretende instalarse cual globo de ensayo en tiempos donde las urgencias políticas no parecen prioridad.
Pero… la idea busca plafón, y está claro que para estas cosas siempre hay gente predispuesta.
El secreto a voces habla de la intención directa de buscar las prórrogas de mandatos que permitiría, dentro de una promocionada ‘reforma política’, unificar los tiempos electorales con el resto del país.
“Justo ahora”, dirán muchos, cuando Ricardo Colombi vive el último tramo de su gestión, si empezamos a analizar el estricto texto de la Constitución.
Claro, eso dice el texto. Pero las intenciones son otras. Siempre promocionadas –se insiste- en una necesaria y justificada reforma política.
Entonces empiezan a aparecer datos, hechos, situaciones que terminan reforzando a pensamientos susceptibles que manifiestan acuerdos ‘raros’ e impensados tiempo atrás.
Se justifican, en ese contexto, actos políticos con referentes que hasta hace poco eran reconocidos enemigos.
¿El acuerdo incluye beneficios tanto a nivel provincial como a nivel municipal en la ciudad de Corrientes?... ¿Dos años más para cada uno?.
“En la política nada es imposible”, expresó el siempre influyente Sergio Flinta, repitiendo una frase utilizada desde tiempos remotos cuando unos y otros toman caminos de grises, dejando perplejos a los inocentes votantes.
“Pretender una prórroga de mandato me parece una falta de respeto al proceso de la democracia en el país. Me parece una cuestión infantil”, dijo Camau Espínola, apareciendo en el momento justo, a sabiendas que el pretendido intríngulis lo perjudicaría más que a nadie.
Mientras el globo de ensayo sube, se preparan estrategias… Por las dudas.