Por Daniel Caran
Corrientes, una provincia con profunda raigambre religiosa, nunca permanece atónita ante los mensajes de sus pastores. La Iglesia es, como debe ser, la campana que refleja realidades, aún las más dolorosas.
La clase política nunca quedó exenta de los sermones católicos, que bien muestran lo que muchos a veces intentan esconder.
Y los dueños temporales del poder toman los dichos de los líderes religiosos de acuerdo a sus sectoriales individualidades.
Entonces, cuando el poder político se empecina en manifestarse a favor del modelo nacional que hoy administra el país, habrá que preguntarse qué postura asumirá ante las últimas críticas directas expresadas por el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik.
Lo del prelado correntino no es una postura personal: suma su críticas a otros varios integrantes de la Iglesia católica que hacen a la política económica y social del presidente Mauricio Macri.
“Se han disparado los precios y todos los sentimos. La familia con el sueldo que tiene no llega para alimentarse, no llega para salud, no llega para las cosas básicas. Tenemos que salir a buscar las formas en que se cubran como comunidad esa necesidades”, dijo Stanovnik, siempre comprometido con la situación real de la sociedad.
Y agregó: “es una situación que venimos arrastrando, hay cosas que de alguna manera se esperaban porque se hablaba de transparentar estas cosas y después están los economistas quienes diagraman las políticas”.
“Evidentemente las herramientas que se aplicaron golpearon a la gente que menos tiene, como ocurre siempre. Por eso es importante la solidaridad. Que llegue pronto y cubra las necesidades básicas insatisfechas”, insistió el prelado.
¿Hace falta un análisis extra?
Stanovnik habla a partir de su compromiso social. Muchos podrán hacerse los sordos. Claro… muchos hablan de los sueldos como la naturaleza misma de la vida… y así nos van.