Por Daniel Caran
“Uno es lo que hace… Si tirás la basura en cualquier parte o fuera de horario...vos que sos? No seas basura”, dice un mensaje publicitario de la Municipalidad de Corrientes, apuntando con dureza a la responsabilidad directa del ciudadano común en el cuidado de nuestras calles.
Nadie discute la falta de concientización y colaboración en el cuidado del medio ambiente, pero sí se pone en duda la llegada que pueda tener entre los vecinos un mensaje tan directo, provocativo y hasta ofensivo.
Porque podemos coincidir en la responsabilidad (o irresponsabilidad) de muchos, pero esto bien puede tomarse como estrategia cuando existe un servicio de excelencia, donde quede en evidencia el poco compromiso social.
Pero… ¿se le puede atribuir a un vecino que es una basura, con tantas falencias en el servicio?.
Más: de acuerdo a estudios recientes que analizan estrategias para concientizar sobre el tema, coinciden en la necesidad de buscar iniciativas que impliquen un compromiso mutuo, un trabajo coordinado, donde la responsabilidad caiga en todos los protagonistas y no solo en los vecinos, al fin y al cabo primeras y esenciales víctimas de la inoperancia de una u otra gestión.
¿Cómo puedo llamar basura a un vecino cuando a metros de su casa hay barro instalado desde hace días por la falta absoluta de mantenimiento?.
¿Es basura quien dejó sus desechos y no quien tiene la obligación de instrumentar un servicio acorde a las necesidades mínimas de una ciudad como la nuestra?.
¿Vale pegar con crudeza cuando lo que se necesita es concientizar?.
No creo que sea tiempo de volver a la época del puntero o el látigo.
Hay muchas iniciativas que bien puede utilizarse para comprometer al vecino a buscar una salida junto con el Gobierno.
Por lo demás, lo de ‘no seas basura’ termina siendo una burda y equivocada copia de campañas realizadas en otros lugares, las cuáles quien esto escribe también cuestiona por ofensivas e innecesarias. Solo basta ‘googlear’…
Aun más cuando el ABC del ambientalismo mundial lo que pretende es descartar en la tarea de concientizar, el termino basura, y reemplazarla por el de residuos.
Hoy, lo contrario de maltratar al vecino por inducir a concientizar debería el Estado reemplazar esa actitud, por integrar para que así todos juntos logremos el objetivo que tanto anhelamos: una Ciudad limpia y sana en todos lo sentido.
