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Opinión del Lector

Además, el Topo está despistado

Néstor Vicente y Pablo Abbatangelo

Por Néstor Vicente y Pablo Abbatangelo

A propósito del nuevo y equivocado embate del Presidente contra los clubes argentinos.

Falta que Milei intente convertir la relación de pareja en una SRL, la familia en una SA y que coloque al Poderoso Dios Dinero como única religión digna de ser profesada… Sería entonces dogma de fe que el egoísmo, la acumulación y la disparidad social, son una virtud esencial y la solidaridad un invento del socialismo empobrecedor.

Los argumentos son “desopilantes”. Vino a ajustar a la casta, que nunca identificó, eligió como víctimas a los sectores más desprotegidos, disfrutó diciendo que no hay plata, viaja con la nuestra, no reparte alimentos que ni siquiera adquirió y es un topo despistado que pretende destruir el Estado y se mete con los clubes que son privados, que cometen el “pecado” de tener por finalidad reinvertir las ganancias en el patrimonio común, en vez de guardarlas en un bolsillo o fugarlas del país.

Es tan absurdo el argumento de que los jugadores de la Selección por jugar en clubes que son Sociedades Anónimas demuestran el valor constructivo de ellas, como decir que los europeos que comen la carne argentina que nosotros no podemos comer demuestran que son mejores que nosotros como criadores de ganado vacuno.

Es la economía, topo despistado.

Somos tierra de campeones, en este pueblo hay fútbol, y todas las estrellas, masculinas y femeninas, que juegan en el exterior se formaron en nuestros clubes de barrio, clubes pequeños y grandes, sociedades civiles sin fines de lucro. Casi todos centenarios, todos fundados y defendidos con pasión, que es una particular forma de desbordar que tiene el amor.

El presidente Milei elige volver a la carga contra nuestros clubes, tal cual fueron concebidos, justo a pocos días de un desaire al abanderado de esas ideas, que acumula en el tema tres derrotas consecutivas. Cultura y Deporte son dos orgullos nacionales que no hay ideología que pueda fundamentar su destrucción.

Las Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro son un agrupamiento privado de personas en donde los excedentes dinerarios producidos por las actividades de la entidad se reinvierten en más y mejores instalaciones y actividades para la masa societaria.

Las Sociedades Anónimas Deportivas, en cambio, son un agrupamiento de capitales donde el que tiene la billetera más abultada es el que toma las decisiones, eliminando la bella costumbre de elegir y ser elegidos para conducir los destinos institucionales. Si hay ganancia se reparte entre los accionistas, si hay fracaso, convocatoria de acreedores y un paga dios.

Los capitales sin patria ni camiseta hace un cuarto de siglo que pretenden apropiarse de la marca, los colores, la pasión y las instalaciones de nuestros clubes para transformarlos en una más de sus empresas dentro de un holding que hoy fabrica autos, mañana regentea autopistas, pasado construye o genera energía eólica y con desparpajo contrabandea o desvía fondos en algún Panamá Papers.

Los equipos regenteados por capitales, de indescifrable procedencia, no representan nuestros valores deportivos, los que inculcó el barón Pierre Fredy de Coubertin o, en nuestros pagos, el bueno de José “Pepe” Amalfitani.

Dos datos de entre una multitud de ellos para el debate, tanto como para orientar al topo despistado.

El Real Madrid y el Barcelona, los dos más importantes equipos españoles, no son Sociedades Anónimas y, por ejemplo, el “Toro” Lautaro Martínez, figura en esta Copa América, juega en un equipo que es el Inter de Milán, que fue adquirido por el Conglomerado Chino Suning y tiene a su presidente, Stheven Zhangesta, desaparecido con una millonaria deuda con el Fondo de Inversión Estadounidense Oaktree de 428.000.000 dólares. Perdió además un juicio en Hong Kong con la China Constructora Bank. Oaktree sueña con vender al argentino que se formó en el Club Liniers de Bahía Blanca y luego jugó tres años en Racing.

Que el actual presidente no destruya en un minuto lo que generaciones de argentinas y argentinos supimos construir por más de un siglo. Tenemos amplio margen y capacidad para crecer y mejorar, dese la posibilidad de entender que la función social, cultural, deportiva no profesional y educativa que brindamos la deberá sostener el Estado, un Estado en el que Milei no cree y dice querer destruir. Sin Clubes y sin Estado estaremos en las postrimerías del mayor holocausto deportivo del mundo…

*Expresidente del C.A. Huracán, Presidente de Cultura AFA

**Presidente de la Agrupación La Bombonera del C.A.B.J.

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