Por Tona Galvaliz
Lo que una persona piensa de sí misma es lo que determina o indica su destino. -Henry David Thoreau-
La autoestima es la base y esencia de la confianza personal, porque la autoestima tiene que ver con el sentirnos competentes, ser conscientes de nuestra eficacia, y esto va más allá de cuanto sabemos, poseemos o hemos logrado.
Cuando miramos hacia nuestro interior, cada uno tenemos una imagen particular sobre sí mismo, la autoestima es justamente, como nos sentimos respecto de esa imagen.
La autoestima, ese sentimiento de valoración que hacemos sobre nosotros mismos, impacta en todos los órdenes de nuestra vida; influye en la persona que elegimos como pareja, la carrera que estudiamos, el trabajo que realizamos, los amigos que frecuentamos, los proyectos que emprendemos.
El aprecio y consideración positiva sobre uno mismo, eleva el rendimiento laboral, personal, académico, trayendo un extraordinario aumento en resultados.
Un indicador de autoestima se relaciona con el nivel de satisfacción de vida que lleva la persona y con el nivel de satisfacción consigo mismo, de modo que sentir felicidad y dicha se vincula al hecho de tener una buena opinión de uno mismo.
Un buen indicio para determinar qué tan felices estamos siendo es, identificar cuál es la medida de nuestra nutritiva, constructiva y elevada autovaloración que hacemos sobre nosotros.
Algunos Indicadores:
Cada día podemos cambiar y mejorar para crecer y evolucionar.
El día que decidamos aceptaros y tomarnos tal cual somos, será “EL” día que elegimos ser nosotros mismos con autenticidad, pudiendo abrazar nuestras luces y sombras con sus áreas de mejora; amándonos con nuestros “mientras tanto” y “sin embargos”.
Ese será el día en que, hemos decidido asumirnos para tomar nuestra vida en nuestras poderosas manos transformadoras.
Y es a partir de allí que, aparecerán como estrellas en la noche, nuestros talentos, virtudes, y todo tipo de cualidades siendo cada quien más consciente de ellos, porque el velo de la oscuridad se ilumina a cada instante.
Durante el proceso de profundizar sobre nosotros mismos, de lo pensado, sentido, realizado y vivido, se irán revelando conocimientos de aquello que ya no nos sirve, de “eso” que ya cumplió su cometido, para ir remplazándolo por otra idea o por algo mas entusiasmante, mas motivador, colaborando nuestra transformación.
Somos plásticos, eso quiere decir que podemos incorporar, modificar hábitos, tendencias, actitudes, maneras, aspectos en la que experimentaremos una metamorfosis que nos conduzca a reconstruir una autoestima con una confianza más sólida, amorosa y autentica.
Para lograr mejorar nuestra autoestima es necesario, dejar de sentirnos víctimas de las circunstancias, y en su lugar hacernos responsables de nosotros; evitar las comparaciones con los demás, porque cada quien es único e irrepetible, con sus ritmos, sus tiempos, su mundo de posibilidades y necesidades.
Del mismo modo contribuye mejorar nuestra autoestima el tratarnos con cariño y consideración, entender que somos nuestra prioridad en la vida: no podemos dar a otros lo que no tenemos para nosotros.
Por otro lado, favorece también reconocer nuestras áreas de mejora como, asimismo nuestros talentos, dones, virtudes, habilidades, eso que nos sale natural y que por ser natural a veces no los tomamos en cuenta.
Conservando lo bueno y descartando lo inadecuado, en este transcurso de nuestro proceso de autoconocimiento, generalmente nos centramos en cuestiones puntuales, teniendo presente que aquello a que más le prestamos atención es lo que más se acrecentará, crecerá y multiplicará.
La autoestima, refuerza el sentido de confianza, integridad, responsabilidad y logro.
La valoración que uno se asigna, determina como se siente la persona.
Te mando un beso inmenso TG.
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