Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Recibí las notificaciones

DESBLOQUEAR NOTIFICACIONES

Siga estos pasos para desbloquear

Opinión del Lector

¿Es la Argentina un buen candidato para alojar servidores de Inteligencia Artificial?

Mookie Tenembaum

Por Mookie Tenembaum

El país sería tierra fértil para una “Pampa Húmeda” tecnológica.

La Argentina presenta ciertas ventajas como costos de energía relativamente bajos y una mano de obra calificada y económica, estos factores no compensan los altos gastos iniciales, los prolongados tiempos de implementación y la falta de estabilidad política y económica.

La Argentina presenta ciertas ventajas como costos de energía relativamente bajos y una mano de obra calificada y económica, estos factores no compensan los altos gastos iniciales, los prolongados tiempos de implementación y la falta de estabilidad política y económica.

Argentina, con su vasta extensión territorial y recursos naturales, parece a simple vista un lugar atractivo para albergar grandes centros de datos de inteligencia artificial (IA). Sin embargo, al analizar detalladamente los costos, tiempos de implementación, y la estabilidad política y económica, se revela una realidad más compleja que posiciona al país en desventaja frente a otros candidatos internacionales.

La infraestructura necesaria para sostener centros de datos de gran escala, como los requeridos por gigantes tecnológicos como Facebook, Google, OpenAI y Microsoft, implica inversiones significativas en generación, transmisión y distribución de electricidad.

Considerando que la demanda de estos servidores es constante, las opciones viables de generación de energía en Argentina se reducen a plantas de gas natural o nucleares, debido a la falta de fiabilidad de las energías renovables.

Construir una planta de gas natural en Argentina, con una capacidad adecuada para alimentar un centro de datos, tendría un costo estimado entre 600 y 1.200 millones de dólares, con un tiempo de implementación de 3 a 5 años. Alternativamente, una planta nuclear, que ofrecería un suministro aún más fiable, costaría entre 6,000 y 9,000 millones de dólares, con un tiempo de construcción de 6 a 10 años.

Además, se requiere una inversión adicional de entre 180 y 380 millones de dólares en transmisión y distribución de electricidad, y entre 82 y 144 millones de dólares en la infraestructura específica del centro de datos.

Comparativamente, en países nórdicos como Suecia, Noruega y Dinamarca, la infraestructura de energía renovable ya existente y la estabilidad política y económica permiten la implementación de centros de datos a un costo significativamente menor y en un plazo mucho más corto, de entre 1 y 3 años. Irlanda, por su parte, ofrece políticas fiscales favorables y una infraestructura tecnológica avanzada, con tiempos de implementación de entre 2 y 4 años.

Además de los desafíos económicos, Argentina enfrenta serios problemas de estabilidad política. La falta de mayoría del presidente en el Congreso y la volatilidad económica son factores que incrementan el riesgo para las inversiones a largo plazo. Aunque Argentina está alineada estratégicamente con los Estados Unidos, lo cual es beneficioso para el desarrollo de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, esta ventaja se ve contrarrestada por la inestabilidad regional y las fluctuaciones constantes en el entorno político y económico.

Por otro lado, la dependencia de Argentina en importaciones energéticas y la necesidad de infraestructura adicional para asegurar un suministro energético continuo representan obstáculos significativos. En momentos de alta demanda, el país ha tenido que recurrir a la importación de electricidad de países vecinos, lo cual no es una solución viable para las necesidades constantes de un centro de datos de gran escala.

En conclusión, aunque la Argentina presenta ciertas ventajas como costos de energía relativamente bajos y una mano de obra calificada y económica, estos factores no compensan los altos gastos iniciales, los prolongados tiempos de implementación y la falta de estabilidad política y económica. La complejidad del entorno regulatorio y la necesidad de inversiones significativas en infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones hacen que la Argentina sea una opción poco atractiva para alojar grandes servidores de inteligencia artificial.

En comparación con otros países como los nórdicos e Irlanda, con entornos más estables y favorables para la inversión en tecnología, la Argentina tiene pocas probabilidades de ser elegida como sede para estos servidores.

Las cosas como son.

Filósofo y analista internacional

Dejá tu opinión sobre este tema

Noticias destacadas

Más noticias

Te puede interesar

Newsletter

Suscribase a recibir información destacada por correo electrónico

Le enviamos un correo a:
para confirmar su suscripción

Teclas de acceso