Por Delia Flores
Si bien los choferes están en contacto eventual con otras personas, el porcentaje de camioneros infectados durante toda la pandemia fue mínimo.
La situación sanitaria en Brasil es preocupante pero los choferes que trabajan en logística terrestre, y cruzan permanentemente a un lado a otro de las fronteras, no son responsables de los contagios ni de la propagación del virus entre ambos países.
Si bien los choferes están en contacto eventual con otras personas en el camino de la logística internacional, el porcentaje de camioneros infectados durante toda la pandemia fue mínimo.
No hay actividad más solitaria. Nuestros choferes usan barbijo mucho antes de que esta medida fuera obligatoria y cumplen a rajatabla con los protocolos epidemiológicos establecidos en Argentina y los países limítrofes.
Los transportistas viajan solos, prácticamente están aislados durante toda la travesía, cuando llegan a cargar o descargar, esperan en una playa de estacionamiento. No hay motivos reales, en estas condiciones, para limitar el comercio exterior con Brasil y demás países limítrofes, menos para pensar en un cierre de fronteras.
El comercio exterior con Brasil goza de buena salud, el intercambio está yendo bien después de las cuestiones políticas e ideológicas que en un momento hicieron mucho ruido.
Más allá de la importancia de los intercambios comerciales, las nuevas cepas del COVID -19 son una realidad, una realidad que las personas que trabajamos en logística sabemos, y más que preocuparnos, nos ocupamos. Nuestros choferes han demostrado, en estos meses de pandemia, que no somos un sector foco de contagio.
(*) Empresaria logística (Delia Flores Group), presidenta del Grupo empresarial de Mujeres Argentinas (GEMA) y especialista en Comercio Exterior.