Por Ricardo Bustos
Suponiendo que cada uno de nosotros intentara hacer un balance de este mes de febrero del año 2021 en nuestras vidas, teniendo en cuenta que hace 12 meses ni soñábamos vivir todo lo que nos trajo el año "bisiesto", seguramente no sabríamos por dónde empezar, porque aún no sabemos cuándo es la hora del almuerzo, la merienda o la cena y tampoco nos queda claro que día de la semana estamos viviendo.
Quienes amamos la naturaleza, pudimos continuar con nuestras vidas a los tumbos, pero disfrutando del aire puro y aquellos que se autodefinen como ratas de cemento porque aman vivir en las grandes Ciudades rodeados de ruidos y mucha gente, se desesperaron por el verde del terreno y los árboles, respirando ese aire sin peligro.
No hay mucho para explicar porque nada sabemos de todo lo que nos ocurrió y lo peor es que quizá, jamás lo sabremos porque pasará a convertirse en otro de esos secretos de la humanidad sin poder descifrar. Quienes aún respiramos, caminamos, estamos lo más parecido a un ser vivo, solo podemos transmitir nuestras experiencias, que no siempre terminan siendo la verdad de lo que sucedió, sino lo que nos pareció vivir. En pocos días, llegará el nuevo otoño, en una nueva instancia de nuestras "nuevas vidas" que por cierto, al ser "nuevas", no tenemos idea como serán. Disfrutemos lo que hay. Buena futura vida con salud y paz en el hogar.