Por Julio El Ali
Especialistas coincidieron en remarcar hechos como la creación del Ministerio de Salud en 1946. Ante el contexto pandémico, afirmaron, Perón también hubiera priorizado la vida antes que la economía.
Especialistas en diferentes áreas sociales y dirigentes históricos del justicialismo coincidieron en destacar "la importancia y centralidad" que tuvo la salud pública en los gobiernos del expresidente Juan Domingo Perón, al cumplirse 47 años del fallecimiento del fundador y líder del Justicialismo.
En un nuevo aniversario de la muerte de Perón, que se desarrollará en el marco de un contexto de pandemia y con la prioridad puesta en la campaña de vacunación, Télam dialogó con la socióloga Florencia Cendali, docente e investigadora en la UBA y la Universidad de Luján; el médico sanitarista Juan Carlos Biani, director del Instituto Ramón Carrillo; el historiador Norberto Galasso; y el gremialista y referente histórico del peronismo, Lorenzo Pepe, quien además dirige el Instituto de Estudios e Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón.
Tras recordar sus encuentros con Perón en el exilio en la residencia madrileña de Puerta de Hierro, Pepe aseguró que "frente a una pandemia de semejante magnitud, Perón hubiera hecho exactamente lo mismo que está haciendo con mucho esfuerzo el presidente Alberto Fernández con el objetivo de cuidar la salud de todos los argentinos".
En ese sentido, el exdirigente de la Unión Ferroviaria consideró que "al igual que Fernández, Perón hubiera tratado de evitar que se expandiera por todo el país la pandemia y hubiera vacunado de la manera en la que lo viene haciendo el Gobierno".
Además, Pepe comparó la doctrina justicialista en materia de salud pública con lo realizado por el Frente de Todos y en ese sentido destacó "la recuperación de derechos con la vuelta del área de Salud a ser ministerio, algo que la etapa funesta de Mauricio Macri había sacado, llevándonos a una situación de emergencia muy grave".
Y sobre ese punto recordó un texto del fundador del justicialismo: "Aunque parezca increíble, hasta 1946 no existía en la República Argentina un organismo estatal encargado de velar por la salud de su población. Existía en cambio un Ministerio de Agricultura, que tenía una Dirección de Sanidad Vegetal y Animal. Interesaba más la salud de los animales porque estos tenían un buen precio, en cambio un hombre no se cotizaba ni en feria, ni en mercados", escribió el propio Perón en el capítulo II de "La fuerza es el derecho de las bestias", ensayo escrito tras el golpe de 1955 y publicado formalmente recién en 1958.
En esa reflexión, Perón destacaba que "una de las primeras medidas de nuestro Gobierno, en 1946, fue crear el Ministerio de Salud Pública".
También en materia sanitaria, Galasso subrayó que la "gran obra" del peronismo está ligada "a la mano de Ramón Carrillo", el primer ministro de Salud de la Argentina, quien "tenía un enfoque social de la cuestión".
"Un aporte fundamental del peronismo fue la erradicación del paludismo en el norte", remarcó el historiador, que también citó las palabras de Perón sobre las políticas de salud anteriores a su gobierno: "Se combatía la garrapata y la langosta en el norte, pero el paludismo que diezmaba su población no había llamado la atención de los poderes políticos".
En referencia al Frente de Todos, y en el mismo sentido que Pepe, Galasso sostuvo que "las políticas que aplicó este Gobierno durante la pandemia fueron en la óptica correcta y en línea con la doctrina peronista, porque entre la vida y la economía se eligió la vida".
"El Gobierno tomó la buena senda de los gobiernos populares en la tragedia de la pandemia", agregó.
En tanto, Biani señaló que para el peronismo la problemática de la salud siempre motorizó "políticas públicas esenciales", sobre lo cual añadió: "Nosotros siempre resaltamos la importancia de tener un ministerio, como hizo Perón al crear el primer Ministerio de Salud, porque nuestro proyecto de país está basado en la reparación de derechos sociales de los sectores más desprotegidos y la salud es un tema central".
Al repasar la historia desde 1946, como también los ataques dirigidos al peronismo, Biani mencionó como hecho emblemático el abandono del hospital conocido como el Elefante Blanco, que había sido pensado como Instituto de la Tuberculosis, episodio que atribuyó al "odio a todo lo que habían hecho Perón y Eva Perón".
"Se pueden comprender las divergencias ideológicas, pero no se puede entender que haya gente a la que le moleste que los sectores populares tengan acceso a la salud", advirtió Biani, y en ese sentido remató: "Por odio al peronismo, se rompieron hasta equipos médicos en 1955 y durante décadas se dedicaron a desmantelar todo el sistema de investigación científica que había iniciado Carrillo", insistió el médico sanitarista.
La socióloga Cendali, autora del artículo 'Políticas de salud pública en tres peronismos', remarcó que durante los gobiernos de Perón "los objetivos del plan de salud eran integrales, comprendían la medicina preventiva, sanitaria y social", un modo de entender la atención en materia sanitaria que "se basaba en la medicina social, compuesta por la relación tetranómica del 'enfermo-médico-Estado-comunidad'", lo que se diferenciaba del binomio "enfermo-médico" propio de la medicina asistencial y del trinomio "enfermo-médico-Estado" característico de la medicina sanitaria".
"Fue la primera vez que se planificó, desde la articulación entre salud y estructura sociopolítica, y se trabajó desde la medicina moderna", analizó Cendali.
Y luego citó una definición de Carrilló para graficar el pensamiento que dominó al primer peronismo: "El Estado no puede quedar indiferente ante el proceso económico, porque entonces no habrá posibilidades de justicia social, y tampoco puede quedar indiferente ante los problemas de la salud de un pueblo, porque un pueblo de enfermos no es, ni puede, ser un pueblo digno".