Por Luciana Bertoia
Alberto Fernández le encargó al diputado rionegrino el manejo de una de las áreas más sensibles del Gobierno, la relación con el Poder Judicial, puesta en tensión por la contaminada connivencia entre varios jueces y fiscales con la oposición política y mediática. Uno por uno, los principales desafíos
Martín Soria será quien reemplace a Marcela Losardo en el Ministerio de Justicia, un área clave para un gobierno que busca impulsar una reforma de los tribunales. Así lo anunció el Alberto Fernández en una entrevista en Canal 9. Diputado nacional desde diciembre de 2019, Soria llevará su impronta política a la cartera. En los últimos meses fue él quien impulsó, junto con un grupo de legisladores, la denuncia contra la mesa judicial macrista y quien en las últimas semanas denunció al presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Gustavo Hornos, por sus encuentros con Mauricio Macri.
"Va a ser Martín Soria porque hace varios meses que vengo siguiendo lo que está haciendo. Es alguien que también trabajó en los tribunales en su momento y es alguien que entiende bien lo que está pasando en la justicia hoy en día y tiene una mirada absolutamente semejante a la mía", dijo Fernández el lunes por la noche en la primera emisión del programa Fuego Amigo. "Yo he planteado con toda claridad que lo único que quiero es que el Estado de Derecho funcione como debe funcionar el Estado de Derecho y para eso necesitamos una justicia que se corresponda con ese Estado de Derecho", agregó el Presidente.
Soria compartió un almuerzo este lunes con el Presidente, quien le formalizó la oferta para que se haga cargo de la cartera de Justicia. “Todavía no le acepté la renuncia (a Losardo) -- con eso digo todo. Hoy (por el lunes) almorcé con Martín Soria, le hablé un poco cuales son mis expectativas y él aceptó hacerse cargo”, relató Fernández.
El nombre de Soria empezó a sonar hace diez días cuando arreciaron las versiones de que Losardo dejaría su puesto. El Presidente había reconocido que Soria estaba entre sus opciones para el Ministerio al igual que el diputado massista Ramiro Gutiérrez. Con el correr de los días se sumó la jurista Marisa Herrera, una de las integrantes del consejo consultivo del Presidente. Sin embargo, fue siempre Soria quien corrió con ventaja, pese a las versiones que se propagaron.
Los lineamientos de su gestión se conocerán tan pronto como asuma. Para hacerlo deberá renunciar a su banca en la Cámara de Diputados. La prioridad uno de Soria será avanzar con las reformas que prometió Fernández desde que asumió y que ratificó el 1 de marzo ante el Congreso. El año pasado, el Senado le dio media sanción tanto a la llamada reforma judicial --que reordena los tribunales federales -- y a la modificación de la ley orgánica del Ministerio Público, que relaja la mayoría necesaria para nombrar un nuevo procurador, una deuda pendiente desde que el macrismo forzó la renuncia de Alejandra Gils Carbó.
El Presidente, además, anunció su interés de avanzar con cambios en la Corte, como la regulación del artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial, que le da discrecionalidad sobre qué asuntos tratar, y la creación de un tribunal intermedio, que Fernández anunció que discutirá con los gobernadores. Soria, en tanto hombre del Partido Justicialista (PJ) y de las provincias, será un activo en esa discusión.
Además, Fernández busca introducir modificaciones en el Consejo de la Magistratura, el órgano encargado de la selección y remoción de los jueces. En los últimos días, trascendió que se podría avanzar en la creación de una comisión bicameral para monitorear al Poder Judicial, como la que se creó durante el macrismo para controlar al Ministerio Público. La decisión de avanzar con esa iniciativa está puramente en el campo del Congreso, un territorio que Soria conoce.
Un político para una nueva etapa
Como reconoció Fernández, se inicia así una nueva etapa en el Ministerio Justicia. Soria fue en los últimos meses una voz crítica de lo que sucede en los tribunales. Puso su foco especialmente en las relaciones entre el gobierno de Mauricio Macri y los tribunales de Comodoro Py. Fue él quien impulsó la denuncia sobre la mesa judicial del macrismo, que ganó ímpetu después de que la camarista Ana Figueroa denunciara haber sufrido presiones de un alto funcionario del Ministerio de Justicia que conducía Germán Garavano cuando debía fallar en el caso del Memorándum con Irán. En esa misma causa, Soria denunció a Hornos por haber mantenido seis reuniones con Macri en la Casa Rosada entre el 22 de diciembre de 2015 y el 13 de agosto de 2018. Esa denuncia causó un verdadero terremoto al interior del máximo tribunal penal del país.
En la entrevista con Canal 9, Fernández destacó el trabajo de cotejar los ingresos a la Casa Rosada con la información obtenida por la ONG Poder Ciudadano para conocer los vínculos entre funcionarios judiciales y funcionarios del gobierno anterior. "Así empezó a detectar cosas muy llamativas y de verdad me parece que hizo un trabajo importante. Obviamente es un trabajo que, en todo caso, lo que hace es verificar algo que uno viene planteando hace mucho tiempo sobre esa zona gris donde la justicia se vincula no sólo con el poder político, sino con corporaciones económicas y la necesidad de revertirlo", dijo el Presidente.
Soria también denunció ante el Consejo de la Magistratura al presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, y pidió su remoción. Irurzun no es un nombre más: es quien le dio apellido a la doctrina que permitió encarcelar a funcionarios kirchneristas durante el macrismo.
Hijo del exgobernador de Río Negro Carlos “Gringo” Soria, el futuro ministro inició su vida política desde muy chico. A sus 45 años lleva más de catorce años en cargos electivos, ya sea como legislador provincial, como intendente de General Roca y, desde diciembre de 2019, como diputado nacional. Pese a que se lo presentó como un candidato kirchnerista, Soria es un hombre del PJ con buen diálogo tanto con el Presidente como con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde también tuvo una militancia en el peronismo. En esos años registró un breve paso por los tribunales de Comodoro Py, concretamente por el juzgado de Juan José Galeano, que después terminaría removido por su actuación en el caso AMIA. En Diputados se sumó a las comisiones de Legislación Penal, Juicio Político y Justicia y también la Bicameral de Implementación del Código Procesal Penal Federal, desde la cual se motoriza la puesta en marcha del sistema acusatorio.
Soria muestra una cara mucho más confrontativa que la de Losardo, probablemente una de las funcionarias de mayor confianza del Presidente. Losardo se irá en los próximos meses a París a representar a la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que quedó vacante tras la muerte de Fernando “Pino” Solanas en noviembre pasado.
"Yo buscaba que la justicia de algún modo se revise a sí misma y empiece a dar vuelta a las cosas que habían hecho mal", dijo Fernández. "Esperé que la justicia hiciera y la justicia no hizo. Y yo creo que Marcela, que no viene de la política, sintió como cierta desazón de que era muy difícil hacerlo por esa vía, y me dijo que prefería dar un paso al costado. Creo que, además, también influyó el hecho de que aparezca un fiscal a quien ella en su vida vio que diga que la llamó para solidarizarse frente a la denuncia por la que terminó procesado en Dolores", completó en alusión a los dichos de Carlos Stornelli, que fueron negados tajantemente por la ministra saliente.