A la exploración fluvial se sumó el rastrillaje por tierra de toda la zona, un reclamo de los familiares que pedían incluir perros para dar con tres de los cuatro desaparecidos, ya que uno fue encontrado el pasado miércoles.
Al cumplirse una semana del naufragio en el río Paraná que le costó la vida a cuatro jóvenes, continúa la intensa búsqueda para dar con los cuerpos de tres de ellos, ya que uno de los ocupantes del bote que, presumiblemente se habría partido al medio, fue hallado el pasado miércoles. A la resignación de los familiares de poder hallarlos con vida, se suma ahora la esperanza de al menos, poder encontrar los cuerpos para poder darles cristiana sepultura.
Además de la exploración y búsqueda por el cauce del río, en los últimos días iniciaron un amplio rastrillaje por tierra, y en este sentido, la esposa de uno de los desaparecidos pidió incluir perros adiestrados de las fuerzas para sumar más chances.
Sábado trágico
Todo comenzó hace una semana, cuando Osvaldo Maciel, de 22 años, los hermanos Antonio y Cristian Barrientos de 22 y 23 años y el primo de ambos, Ignacio Agustín Barrientos de 26 salieron de pesca. Al parecer cuando los jóvenes regresaban en canoa desde isla Meza y por causas que aún no fueron detalladas, cayeron al río. Según algunas versiones la embarcación se partió al medio, en tanto otros indican que dieron vuelta campana por la fuerza del agua.
Apenas conocido el hecho, embarcaciones y buzos tácticos de la Prefectura Naval, pescadores, familiares y amigos iniciaron una intensa búsqueda con la esperanza de poder hallarlos con vida. Este sentimiento se mantuvo en las primeras horas y hasta el domingo, día en que la noticia cobró relevancia a nivel nacional, y medios del país registraban la tragedia en sus páginas. En este sentido, Héctor Barrientos, padre de dos de los jóvenes desaparecidos, declaró a la agencia Télam que “la esperanza es lo último que se pierde, pero estamos considerando lo peor, resignados, esperando encontrar los cuerpos”.
Al respecto había agregado que el grupo “salía siempre a pescar” y que no tenían chalecos salvavidas ni elementos de seguridad, pero que todos “sabían nadar”. Finalmente expresó a la mencionada agencia que “es demasiado esta tragedia que estamos viviendo, no recuperar los cuerpos sería un golpe muy fuerte y doloroso”, dijo conmovido.
Hallazgo de un cuerpo
Finalmente luego de intensos rastrillajes, el miércoles pasado alrededor de las 16, fue encontrado el cuerpo que sería de Ignacio Agustín Barrientos. Según indicaron familiares del joven, un mallonero que ayudaba con la búsqueda lo halló a la altura del kilómetro 1.211, margen izquierda del río Paraná, a la altura del barrio Lomas del Mirador. Tal como informó El Litoral en esa edición, un integrante de la familia Amarilla, pescadores tradicionales de Punta Taitalo, fue quien halló a flote el cuerpo del joven y dio aviso a las autoridades y a las familias.
Pedido de ayuda
Tras cumplirse una semana del trágico hecho ayer continuaban los rastrillajes por agua y tierra y en este sentido, una persona que colaboraba en las tareas, indicaba a los medios que “creería que los chicos restantes están en la zona por donde apareció el cuerpo de uno de ellos. Lo que pasa es que el río tiene muchos recovecos y esto dificulta mucho la búsqueda”.
