El acusado es Cristian Ramón Ojeda, que durante un control policial en junio de 2016 le arrojó un cono a Franco Alcaraz, quien se desplazaba en motocicleta. El chico, de 17 años, perdió el equilibrio y al caer se desnucó.
Esta mañana culmina el juicio a un policía por la muerte de Franco David Alcaraz de 17 años ocurrida el 24 de junio de 2016 durante un control policial en la Ruta Provincial Nº 5 de Corrientes.
A las 7.30 en el Tribunal Oral Penal Nº2 de Corrientes inician los alegatos y luego se conocerá la sentencia. El acusado es Cristian Ramón Ojeda, un efectivo de la Policía de la Provincia que permanece en libertad y en servicio. Se le imputa el delito de homicidio culposo. Sin embargo el abogado querellante Hermindo González la imputación debe ser por homicidio simple por dolo eventual.
Aclara que por los testimonios se puede entrever que “hubo una preordenación del hecho”, ya que el oficial seleccionó el elemento y el momento justo en que Franco pasaría para “atentar sobre su humanidad”. Es un “típico caso donde hay desinterés por la vida de la persona”, precisó el letrado.
Franco tenía 17 años y junto a su amigo Brian Silva volvían en moto del barrio Laguna Seca cuando fueron frenados por un control. Según cuenta Silva, les pidieron la documentación de la moto. En ese momento, Franco quiso volver para avisarle a su tía hasta que, según declararon los testigos, un cono arrojado por el policía impactó sobre su cabeza. Franco cayó y se desnucó con el casco. “No se escapó del control, eso es lo que dicen ellos”, dijo la madre.
El cuerpo de Franco terminó debajo de un árbol. Rosa González, madre de la víctima cuenta que “los policías taparon los rastros y amenazaron” a Brian a que no dijera nada. “No mandaron ni una patrulla a avisarnos. Lo mandaron a él que estaba en estado de shock y creía que Franco estaba bien”, dijo González. Cuando se enteró lo que había sucedido con su hijo, se desvaneció y tuvo que ser llevada al hospital: “No pude ni despedirme de él”. Le duele su ausencia pero prefiere cubrirse de coraje y no bajar los brazos: “Aunque sea un policía el acusado, vamos a seguir hasta lograr que se haga Justicia”.
“Tu amigo se hace el vivo, mirá cómo lo voy a parar”. Dijo Brian Silva que escuchó de la boca del policía Cristian Ojeda imputado por ser el autor de arrojarle el cono a Franco Alcaraz que le hizo perder el control de su moto Honda Titán y morir sobre el asfalto.
Franco era el mayor de sus dos hermanos. Estudiaba en la Escuela Técnica Juana Manso. Después de terminar la secundaria, quería entrar a Prefectura.
La moto con la que circulaba era un regalo de cumpleaños. Como él era menor, estaba a nombre de su padre.