Un hombre de 83 años volvía caminando a su casa luego de comprar en un supermercado. Dos maleantes quisieron sacarle las bolsas con mercadería. Extrajo un revólver e hizo disparos intimidatorios. Igual lo “tumbaron” de una trompada y escaparon con el arma.
Un anciano de 83 años se defendió a balazos del ataque de dos ladrones en la capital correntina, cuando trataron de robarle las bolsas con mercadería que había comprado en un supermercado. Si bien pudo evitar la sustracción de los productos sufrió el arrebato de su arma de fuego al momento de ser golpeado de una trompada en el rostro.
El llamativo episodio se produjo a plena luz del día en el barrio Galván, en el sector denominado popularmente como “El Trujillo”, en el sector Sur de la ciudad.
Como consecuencia de la agresión, el octogenario resultó lastimado en el rostro. Primero recibió la ayuda de un efectivo de policía y después de personal sanitario que lo asistió en una salita de primeros auxilios ubicada a pocos metros.
De acuerdo a información obtenida por diario época, alrededor de las 10 el abuelo caminaba sobre calle Alberdi en dirección a su domicilio. Lo hacía desde un local comercial adonde concurrió a realizar la compra de diversas mercaderías.
Al momento de estar entre las calles El Cano y Pizarro dos malvivientes trataron de aprovecharse del aparente estado de indefensión de su víctima. Se dirigieron a él, lo interceptaron y pretendieron que les entregara las bolsas.
Los maleantes no sabían que el anciano, identificado como Ramón, portaba un arma de fuego de grueso calibre. “Llevaba consigo un revólver calibre 38 marca Smith & Wesson”, indicó una fuente policial.
Lejos de ceder ante los delincuentes, el abuelo extrajo de la cintura el revólver con el cual realizó dos disparos intimidatorios. Los habría realizado apuntando al suelo, según la versión que ofreció ante las autoridades de la comisaría seccional Segunda.
Sin embargo, en medio del incidente uno de los ladrones alcanzó a golpearlo en el rostro de un puñetazo. De esa manera, el anciano cayó de forma violenta contra el suelo. Y en esa ocasión lo despojaron del arma para después sí escapar a la carrera hacia el corazón de la populosa barriada.
Un efectivo policial que estaba apostado en inmediaciones a una garita, en Alberdi y El Cano, advirtió lo que sucedía y de forma presurosa acudió en respuesta. Socorrió al anciano, pidió por patrulleros para que fueran tras los delincuentes y a la vez llamó al Servicio de Emergencias Médicas dado que la víctima del robo estaba lastimada.
A pesar de una recorrida en la zona, no fue posible la localización de los maleantes, quienes serían habitantes del barrio y presuntamente lograron refugiarse en una vivienda, según algunos datos aportados de parte de algunos vecinos.