El 21 de septiembre de 2012, Guillermo Juani fue atropellado en momentos en que volvía a su casa a bordo de su motocicleta. Fue embestido por un automóvil, que era manejado por el hijo de Mario Bofill, el joven Rafael. Tras casi cinco años de ocurrida la tragedia, la causa penal podría por fin llegar al tan esperado debate.
Si bien es grande la ansiedad de la familia de Juani por ver a Bofill en el banquillo, vale aclarar que restan algunos pasos procesales.
Ayer, el Tribunal Oral Penal Nº1 llamó a las partes a que presenten pruebas y estableció un plazo de 10 días.
Fuentes cercanas a época explicaron que, en caso que no haya pedidos de nulidad o recusaciones hacia ninguno de los jueces del Tribunal, una vez que se presenten las evidencias se pondría fecha al debate.
De ser así, Bofill sería juzgado por supuesto homicidio culposo (o accidental) en siniestro de tránsito.
En ese sentido fue consultado el abogado querellante, Salvador Pischedda, quien ratificó que pedirá un cambio de carátula en el expediente, para que el hijo del chamamecero deba responder a la acusación por supuesto asesinato simple, también llamada con dolo eventual. Es decir que se juzgaría una acción negligente y no meramente accidental. El querellante comentó a este medio que presuntamente Bofill habría circulado a gran velocidad y anteriormente cometió otras acciones con conocimiento de que podía acontecer un accidente de tránsito. “A pesar de ser conciente de esto y que no estaba en condiciones de conducir, igual se subió a un automóvil, lo que derivó en la tragedia”.
En paralelo, como bien se reflejó en la edición del 12 de marzo, la causa civil está ya más avanzada y se inició el juicio pertinente. En el expediente, que es llevado por el magistrado José Rufino Chequim del Juzgado Nº12, se intenta dilucidar si a Bofill le cabe responsabilidad civil y por tanto si debe indemnizar a la familia de Juani.
Si bien hay secreto de sumario en la causa, se supo que ya declararon varios testigos, entre los que figura la viuda de Guillermo Juani, Mariela Gallardo. La familiar comentó en innumerables veces a época la difícil situación a la que está sometida junto a sus pequeños hijos, por la terrible pérdida, ya que económicamente dependían en su totalidad del fallecido.
Dos de los tres hijos, según comentarios de Gallardo, sufren padecimientos físicos tras la muerte de su padre, ante lo que deben realizarse estudios y tratamientos médicos constantemente. Según supo época, la viuda viajó el fin de semana pasado para llevar a uno de los hijos damnificado hacia la provincia de Buenos Aires, para que sea atendido en el Hospital Garrahan. No es un dato menor, ya que en la causa civil habrían declarado los médicos que atienden a los pequeños y habrían dado fe de la situación.
En Corrientes Gallardo no tiene familiares con quien dejar a los menores, por lo que conseguir trabajo estable se dificulta.
Otro dato que pudo saber época con respecto al juicio ya en marcha es que la aseguradora del automóvil que manejaba Bofill se habría declarado en quiebra.