Es una de los integrantes de la familia Pavón, que tiene a un hombre tras las rejas y a otros tres supeditados a la causa. Hay dos sospechosos de apellido Gómez que están prófugos. Todo se originó porque le pidieron a un muchacho que baje la velocidad de su moto.
La Policía detuvo a Juliana Pavón, una de los acusados por la muerte a balazos de Javier Miño en el barrio Quinta Ferré el 18 de octubre pasado, y la Justicia ordenó que permanecerá detenida. Hay otro familiar también tras las rejas y tres que están en libertad pero sujetos a la causa. Hay dos hombres de apellido Gómez prófugos.
Aquella tarde de octubre, un hombre de la familia Pavón transitaba a alta velocidad en su motocicleta en las calles internas de ese barrio capitalino. Un llamado de atención de un familiar del fallecido sobre la presencia de niños en las calles que pudieran ser lastimados por el rápido andar habría sido el desencadenante de una discusión.
Minutos después, por lo menos siete personas cinco de la familia Pavón y otros dos hombres de apellido Gómez atacaron a balazos la casa de los Miño. Tres de los disparos impactaron contra Javier Miño, quien fue trasladado hasta el Hospital Escuela pero falleció a poco de su ingreso.
En un primer momento, tres de los integrantes de la familia Pavón (un padre y dos hijos) fueron detenidos y se les dictó prisión preventiva. Se trata de Sergio, Brian y Martín Pavón, quienes estuvieron presos hasta el 23 de diciembre del 2024, fecha en que recuperaron la libertad pero aún siguen vinculados a la causa. Si bien la fiscal Andrea González y el abogado de la querella, Hermindo González, solicitaron la continuidad de los tres en calidad de detenidos, la juez interviniente consideró que no había elementos para mantenerlos en prisión preventiva. Sin embargo, se les ordenó una serie de medidas restrictivas.
Tras el primer arresto, la Justicia luego ordenó la aprehensión de otros dos Pavón: Pedro y Juliana y la de los Gómez. Tras el conocimiento de que serían detenidos, los cuatro se fugaron.
El 16 de noviembre, la Policía logró ubicar a Pedro "alias Peito" Pavón, en una zona cercana a Capital próxima al río Paraná. Cuando fue intimado a entregarse, se atrincheró armado con un machete y un cuchillo y tomó de rehenes a dos mujeres y una niña de cinco años a quienes amenazaba con herirlas y asesinarlas. Luego de un par de horas, se entregó. Tras su arresto, la Justicia ordenó la prisión preventiva por tiempo indeterminado hasta que la causa llegue a juicio.
Ahora fue el turno de Juliana sobre quien pesa, además, el cargo por atacar la casa de los Miño con una bomba incendiara o molotov casera.
A la Policía le costó mucho encontrar a Juliana. Es que cambió constantemente de domicilio con la idea de eludir su detención. Finalmente fue atrapada en la vía pública. El domingo 5 de enero de 2025, la Justicia en turno (por la feria judicial) ordenó su prisión preventiva por el término de 60 días que puede ser prorrogable y que sea alojada en el Instituto Pelletier.
Este último dato generó algún tipo de controversias. Es que si bien Juliana es femenino según su Documento de Identidad, lo cierto es que se hizo un cambio de género. Biológicamente se trata de un hombre de nacimiento con antecedentes de extrema violencia (como el de atacar a balazos una casa e intentar incendiarla con bombas molotov), pero debe ser cuidada por personal femenino en dicho lugar de detención.
Por lo pronto, la Justicia debe dilucidar quién de los atacantes fue el que le produjo la muerte a Miño. El resto de los implicados serían partícipes necesarios de la salvaje agresión que terminó de la peor manera.