Sólo restan dos peritos que investigaron el siniestro. En tanto, la querella pidió que los jueces recorran la estructura en la que ocurrió el hecho para "palpar la prueba".
Los abogados querellantes solicitaron, y aún resta resolver, que el Tribunal se traslade hasta el edificio en el que ocurrió la tragedia de los ocho obreros de la construcción en marzo de 2012. Esperan que los jueces puedan realizar una inspección ocular luego de escuchar todos los testimonios previstos en el debate. Restan los últimos dos testigos que se presentarían el próximo jueves y ya se fijó como fecha de los alegatos el 6 de octubre próximo.
El juicio que se les sigue a los empresarios de la construcción Marcelo Mayer, Walter Bruquetas y al capataz de obra Carlos Valenzuela, entra en la recta final, con los dos últimos testimonios ante los jueces del Tribunal Oral Penal N°1 de la ciudad de Corrientes.
Cerca de 50 testigos han pasado por los estrados, en su mayoría familiares de las víctimas y técnicos que de alguna una otra manera han tenido relación directa o indirecta con la obra en la que ocurrió el derrumbe trágico.
El común denominador en la mayoría de los testimonios que pasaron por los estrados era la falta total de controles por parte de la empresa, de cómo se llevaban a cabo las tareas dentro de la obra.
En la jornada de ayer, declaró el ingeniero Rubén Edgar Corbalán en calidad de perito de parte del imputado Mayer. En su declaración le quitó responsabilidad al arquitecto imputado, minimizando su rol en las consecuencias del fallido proyecto inmobiliario, que le costara la vida a ocho obreros. Sus respuestas no conformaron ni a la querella, como tampoco a los otros abogados defensores.
Ante la consulta de las tareas del director de obra y su relación con el tanque de agua que habría originado el derrumbe, el testigo señaló que "los arquitectos se encargan de las cuestiones de diseño y ornamentación, dejando las tareas complejas de construcción a los ingenieros", sostuvo.
En referencia a la continuidad del juicio, el abogado querellante Juan Manuel Cubilla Podestá le dijo a época que "queda pendiente de resolver por parte de los jueces, el pedido que realizamos para que los magistrados asistan hasta el lugar del derrumbe. Necesitamos que los jueces conozcan la zona de derrumbe porque técnicamente cada juez debe tener contacto directo con la prueba, es importante que vean y sientan lo mismo que sintieron las víctimas", indicó el abogado.
Los últimos dos testigos son dos peritos que llevaron a cabo una investigación sobre las causas del derrumbe y expondrán ante el tribunal sus conclusiones.
El tribunal fijó como fecha de los alegatos el próximo 6 de octubre, dándole tiempo de esta forma a las partes a preparar sus presentaciones.