Los delincuentes, con datos muy precisos, ingresaron a la propiedad de un comerciante. Desactivaron alarmas y cortaron un tendido eléctrico de seguridad. Recorrieron toda la casa hasta hallar la gran cifra dividida en dólares y billetes de moneda nacional.
La suma de al menos 300 mil pesos, entre dólares y moneda nacional, fue sustraída de la vivienda de un empresario de la capital de Corrientes donde una banda de ladrones bien organizada ingresó contando con datos muy precisos, al punto tal de anular un sistema de tendido eléctrico de seguridad y alarmas.
El golpe se produjo en el lapso de la siesta y la noche, tiempo en el que el propietario estuvo ausente. Tal detalle hace presuponer que era vigilado y por ende no fue un robo al azar. De acuerdo a información conocida por diario época, el ilícito se produjo en una vivienda del barrio Ciudad de Arequipa, en calle Santa Cruz.
Planificado hasta el último detalle, los malvivientes aprovecharon la salida de la víctima. Primero usaron una propiedad lindante para subir a los techos. Caminaron, presuntamente al oscurecer, hasta llegar a la medianera trasera.
En ese sector de la casa, como medida de prevención antidelictiva, fue colada una alambrada conectada al sistema energético. Pese a ello los intrusos no tuvieron impedimentos. Estaban preparados a todo, con las herramientas necesarias. De paso desactivaron el dispositivo de alarmas.
Sin ser advertidos por los vecinos lograron entrar. Caminaron hasta una abertura que abrieron de manera “fácil”. Luego, con todo el tiempo y lugar a disposición, recorrieron cada una de las habitaciones.
El dinero en efectivo fue tomado de un sector en el que lo habían dejado a resguardo en una caja. Dado que los autores al parecer llegaron en un automóvil decidieron llevarse algo más: dos computadoras y un televisor LCD última generación.
La modalidad indicaría que los malhechores serían al menos tres. Uno que posiblemente ofició de “campana” en las inmediaciones ante cualquier eventualidad o imprevisto. Y dos que realizaron el golpe, provistos de elementos necesarios para no dejar rastros (posiblemente guantes de látex) y forzar cualquier tipo de abertura complicada.
La persona damnificada (un empresario del rubro comercio) alertó a la Policía después de llegar y notar que habían vulnerado su propiedad. A partir de allí comenzaron a llegar patrulleros, peritos e inclusive las autoridades judiciales en turno reunieron los detalles para iniciar la pesquisa.
Intervinieron efectivos de la comisaría seccional Séptima junto a detectives de la Dirección de Investigación Criminal, quienes llevan adelante los procedimientos pertinentes.
No caben dudas de que los autores de este hecho actuaron como “profesionales” en la materia. Hasta ayer la fuerza de seguridad no contaba con pistas firmes o concretas para poder desenmascararlos. Mientras tanto, ellos ya habrán comenzado a disfrutar del dinero mal habido.