En la intersección de las calles Salta y Fray José de la Quintana, inspectores de Tránsito demoraron a un automóvil Chevrolet Onix. Dentro del mismo, el conductor se negó a realizarse el test de alcoholemia y al traslado del rodado a la Dirección de Tránsito, ante la posesión de un carnet de conducir de la localidad de Riachuelo, teniendo domicilio en Capital. Iba junto a su novia y ambos se atrincheraron en el auto hasta que llegó el padre del chico.
Esta mañana, alrededor de las 8, en plena zona céntrica y frente al Ministerio de Seguridad provincial, se registró un incidente vial que llamó la atención de transeúntes y trabajadores de la zona. Agentes de la Dirección de Tránsito procedieron a la demora de un rodado, tras un aviso de la Policía de que su conductor, la joven que lo acompañaba y un amigo estaban tomando en la Costanera.
En la intersección de calles Salta y Fray José de la Quintana, los agentes de tránsito demoraron el rodado e intentaron realizar el test de alcoholemia al conductor del Chevrolet Onix, pero este se negó y junto a su novia se resistían a bajarse del rodado. Mientras tanto, los efectivos, comenzaron a enganchar el auto a la grúa, dado que Walter Parissi aseguró a Sudamericana que “como que soy director de Tránsito, este auto se va al corralón”.
El conductor del auto cuyo dominio es OUI 902 fue identificado como Julio Alejandro Moreno Leiva, quien también, además de la presunción de consumo de bebidas alcohólicas, manejaba con una licencia de conducir expedida por la Municipalidad de Riachuelo y posee domicilio en Capital, lo que representa una falta a la ley de tránsito.
El tránsito seguía normal a pesar del revuelo que provocó en la zona el hecho relatado y los agentes debieron esperar por un lapso de aproximadamente media hora hasta que se bajaran los ocupantes del auto. En tanto, Parissi manifestó que “el señor es dueño de bajarse cuando quiera, no está privado de su libertad” y que estaba esperando a tener margen de maniobra para mover la grúa.
El móvil de Sudamericana relató que además del rodado demorado, había otro en el mismo lugar de la Costanera, cuyo chofer estaba consumiendo pero al no subir a su auto, no se configuró la infracción.
Finalmente, cerca de las 8.30, llegó al lugar el padre del conductor, quien tras dialogar con el director de Tránsito, se acercó al auto y pidió a su hijo que desista de su actitud y el joven decidió bajar y permitir la continuidad del accionar de los agentes de la seguridad vial. Los jóvenes se bajaron y se fueron, dejando a la vista que evidentemente habían consumido bebidas alcohólicas.
