El juicio oral contra los empresarios acusados por el derrumbe del edificio en construcción en el que murieron ocho obreros en 2012 continuó este jueves en Corrientes con la declaración de María Rosa Urbina, madre de uno de los trabajadores fallecidos en la tragedia.
Urbina declaró como testigo ante el Tribunal Oral Penal de Corrientes capital que lleva adelante el proceso contra los empresarios Marcelo Mayer y Walter Bruquetas, y el capataz Carlos Valenzuela.
"Hace diez años estoy muerta en vida", expresó Rosa Urbina, de 70 años de edad, madre del fallecido Diego Rodríguez, al declarar la tristeza que lleva desde que su hijo murió en el derrumbe del edificio ubicado por calle San Martín al 600.
Con muchas emociones de por medio, relató cómo se enteraron de los hechos y sostuvo que hubo total falta de acercamiento a su familia por parte de los imputados y demás responsables. A lo largo de los duros relatos cargados de emoción de Rosa, los imputados permanecieron impávidos sin muestra alguna de remordimiento.
"Ninguno de los niños hijos de las víctimas recibieron ninguna atención psicológica, ni otro tipo de contención, por parte de ningún organismo ni responsables del hecho", sostuvo Urbina.
En la jornada de este jueves 12 de mayo, el Tribunal continuó con la ronda de testigos familiares de las víctimas del derrumbe. Todos contaron la cruda realidad de llevar sus vidas adelante sin sus familiares. La semana que viene declarará uno de los sobrevivientes.
"Estamos logrando que las familias puedan expresar el profundo dolor que padecen hace 10 años y la necesidad de que se haga justicia", señaló el abogado Juan Manuel Cubilla Podestá, que patrocina a familiares de obreros.