Las dos mujeres detenidas en el marco de la causa por la presunta explotación sexual de jóvenes posadeñas en la localidad de Itá Ibaté son misioneras y ambas fueron sindicadas por la Justicia Federal de Corrientes como las presuntas cabecillas de una organización que se encarga de reclutar a las chicas que luego son ofrecidas como prostitutas a pescadores y empresarios que llegan casi diariamente a esa zona costera al río Paraná.
Se trata de Rita de Cassia Z. (49), oriunda de la zona Centro de esta provincia y que fue apuntada como la supuesta jefa de la banda, y Carina Beatriz G. (34), una posadeña que en los registros investigativos figura como segunda en la línea de mando. La primera fue detenida en su actual casa de Garupá, en tanto que la otra cayó en la cabaña que serviría de fachada para esconder el verdadero negocio que funcionaría desde hace al menos un año.
En la supuesta cabaña -denominada Sapito por el apodo de su propietario- fue detenido Gonzalo Damián M. (34), un correntino que tendría vínculos sentimentales con la detenida más joven y fue acusado de facilitar el sitio donde las posadeñas ejercían la prostitución, además de ser el supuesto encargado de cobrar los pases de las presuntas víctimas.
El cuarto detenido también es correntino pero con domicilio en Paso de la Patria. Se llama Matías Santiago A. S. (33) y es propietario de la cabaña Jardín del Paraná, allanada en simultáneo por los efectivos de la Prefectura Naval Argentina. En la investigación fue sindicado como socio de las mujeres y quien se quedaba con parte de la ganancia.
De acuerdo a las fuentes judiciales consultadas por este diario, las once mujeres de entre 20 y 35 años rescatadas en el operativo rotaban en ambos complejos de pernocte, que contaban con todas las condiciones para que sean ofrecidas sexualmente a cambio de dinero.
Derivaciones
La detención de los cuatro principales acusados no menguó el trabajo de investigación que lleva adelante el fiscal federal correntino Flavio Ferrini, por lo que no se descartó la posibilidad de nuevos allanamientos o detenciones relacionadas con esta causa, tanto en esta provincia como donde ocurrió el grueso de los allanamientos.
En relación a eso, se supo de fuentes confiables que en la mira de la Justicia están al menos cuatro emprendimientos similares dedicados a brindar alojamiento e instrucciones de pesca a personas sin experiencia, que están situados en Ituzaingó, Itá Ibaté y Paso de la Patria.
De igual manera, alrededor de media docena de personas, entre ellos misioneros, aparecen en la lista de sospechosos de participar en la maniobra delictiva, aunque cada uno con distintos roles en el complejo entramado de seducción, captación y explotación de estas mujeres.
Según se supo, los elementos de prueba aún no son suficientes para ordenar sus detenciones pero se espera que las pericias a los teléfonos celulares y distintas anotaciones incautadas en las cabañas durante el allanamiento, defina que grado de participación tiene cada uno.
Las posadeñas, presuntas víctimas, son todas mayores de edad y poco y nada aportaron en la causa más allá de declarar que no estaban obligadas a ofrecer servicios sexuales en las cabañas, pero reconocieron que la oferta inicial a la que accedieron distaba mucho de lo que realmente terminaron haciendo, es decir, que habrían sido engañadas.
Es más, por miedo o por vergüenza a la exposición, ninguna de ellas quiso someterse al programa de rescate de las victimas de trata de personas y, por eso, fueron liberadas después de las diligencias de rigor. Todas manifestaron que regresarían de inmediato a esta ciudad.
La investigación se inició hace aproximadamente dos meses a consecuencia de un alerta anónimo y se presume estar en presencia de una amplia red de turismo sexual, aunque por ahora los indicios no son suficientes para confirmarlo.
Luego de largas horas de trabajo encubierto y tareas de vigilancia de los prefecturianos, finalmente el juez federal de Corrientes, Carlos Vicente Soto Dávila, ordenó los allanamientos, que se hicieron entre la noche del jueves y madrugada del viernes.
Las mujeres habrían pasado por Eros, burdel de Ituzaingó
POSADAS. Nada se descarta en esta investigación por delito de trata de personas y, al cierre de esta edición, circuló el dato entre los investigadores federales de que algunas de las posadeñas rescatadas en Itá Ibaté pudieron haber recalado en el complejo nocturno Eros, que hasta hace seis días funcionaba cerca del acceso a la localidad de Ituzaingó.
Ese local fue allanado el lunes luego de una sigilosa investigación de los agentes encubiertos de la Policía Federal y fueron rescatadas tres mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución a cambio de alojamiento, comida y algo de dinero, según se informó desde la fuerza. Una de ellas era de nacionalidad paraguaya y las dos restantes argentinas, siendo una de esta provincia.
En ese contexto, fuentes de la investigación señalaron que entre las anotaciones incautadas en el sitio aparecerían los nombres de algunas posadeñas, aunque la certeza aparecería recién cuando se crucen los datos entre las dos fuerzas federales.
Operativo encubierto
En relación al local Eros en Ituzaingó, fue allanado en plena madrugada del sábado pasado mediante una orden del mismo que interviene en Itá Ibaté, Soto Dávila. Los federales irrumpieron con la asistencia de profesionales específicos llegados desde Buenos Aires, pertenecientes todos al Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de Víctimas damnificadas por el Delito de Trata de Personas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que se ocuparon de asistir y resguardar la integridad física y emocional de las mujeres de entre 22 y 34 años.
De acuerdo a lo que figura en el expediente de la causa, en el lugar se ofertaba a los clientes mantener relaciones sexuales tras consumir una copa, en habitaciones acondicionadas a los fondos, siendo el encargado de la cobranza el propietario administrador quien se encontraba tras la barra de bebidas. Es un hombre de 59 años radicado hace varios años en Ituzaingó, pero oriundo de la provincia de Buenos Aires.
En la requisa lograron el secuestro de importantes medios de prueba para la investigación, tales como teléfonos celulares que fueron enviados a peritar, una importante suma de dinero en efectivo correspondiente a pesos argentinos, reales y dólares de distinto valor, documentaciones y las libretas con anotaciones de “tragos y pases” realizados por las víctimas rescatadas. Muchos preservativos y gel lubricante, como así también una camioneta Toyota Hilux doble cabina.
Con las pruebas colectadas el magistrado ordenó la detención del administrador y la clausura del local. En las anotaciones se anotaban al detalle la cantidad de sexo que tenían las mujeres y su ganancia por ello. ElTerritorio