Tras un llamado telefónico recibido por el Escuadrón 9 de Oberá que alertaba sobre la circulación sospechosa de un vehículo a través de un camino secundario paralelo al kilómetro 34 de la Ruta Provincial Nº13, las y los trabajadores de la Sección Núcleo brindaron el apoyo para el rastrillaje por tierra de la zona que permitió decomisar 1.082 kilogramos de marihuana.
Pocas horas después de iniciada la búsqueda del vehículo que había sido divisado en un lugar infrecuente, durante la madrugada de ayer las y los gendarmes lograron hallar a la camioneta en cuestión, la cual estaba sin ocupantes. Atentos a dicha situación, siguiendo los protocolos ordenados por la ministra Sabina Frederic y por el titular de la Fuerza, Andrés Severino para realizar las minuciosas inspecciones de la resultante de los rastrillajes, el personal de la fuerza realizó una primera revisión que les permitió encontrar, en la parte trasera del rodado, 45 bultos en cuyo interior encontraron más de una tonelada de marihuana distribuida en 228 “panes”.
El personal de la Fuerza informó inmediatamente a las autoridades del Escuadrón, tras lo que se dirigieron al lugar las y los trabajadores de Criminalística y Estudios Forenses del mismo para continuar con las acciones de rigor, el levantamiento de huellas y las pruebas de campo. Simultáneamente, anoticiado del hecho, la Fiscalía Federal de Oberá ordenó el traslado del vehículo y su carga hacia la sede de la Jefatura de la Unidad en donde se inició el procedimiento de decomiso y pesaje definitivo del estupefaciente incautado. Allí se contabilizaron los 228 “panes” que alcanzaron los 1.082 kilogramos mencionados que, ante la prueba de narcotest, arrojaron positivo para marihuana.
La Gendarmería Nacional logró, así, realizar el decomiso de un cargamento de estas dimensiones, hecho que viene logrando desde que se dispusieron investigaciones, controles y rastrillajes intensos en zonas cruciales que las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico utilizan para el acopio de estupefacientes. Gracias a dicha política iniciada en 2020, las Fuerzas Federales han logrado decomisar grandes cargamentos, lo que reduce significativamente la fragmentación, circulación y mercantilización de las drogas ilegales destinadas a los centros urbanos del país.
A su vez, estos decomisos neutralizan el proceso del narcotráfico en su instancia intermedia, lo que permite trabajar en la investigación judicial hacia las instancias superiores de la actividad criminal en vez de perseguir al consumo, cuyo resultado limita la posibilidad de desarticular los alcances de las bandas dedicadas al narcotráfico.