La causa que investiga a Generación Zoe sigue avanzando en Villa María, y en las últimas horas detuvieron a la la jefa de la filial Córdoba, Mariela Sánchez. Como el resto de los detenidos, Sánchez quedó imputada por "estafas reiteradas y asociación ilícita".
Mientras tanto, este martes llegará a la Argentina, deportado desde República Dominicana, el líder de Generación Zoe, Leonardo Cositorto, y se aguarda su declaración ante la Justicia para ver cómo seguirá la causa, en la que miles de ahorristas esperan desesperados ver si pueden recuperar al menos parte del dinero que depositaron en manos de la organización de Cositorto, en procura de intereses en dólares que se cree que constituían una estafa piramidal de "estilo Ponzi".
Cositorto no solo era coach ontológico de Zoe, sino que también se presenta como ministro de un culto, ya que su organización había creado hasta su propia iglesia: AVIVA ZOE.
Según su propia narrativa, el holding ZOE tenía presencia en 17 países, mantenía activas unas 65 oficinas y contaba con 85.000 miembros, una expansión que incluía a Colombia, Perú –donde ya tiene denuncias– Bolivia, México, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay, entre otros.
A cambio de firmar un contrato por los servicios de coaching ontológico, espiritual y educación financiera, las personas que se suman a la organización con aportes en dólares reciben una renta mensual "asegurada" y por encima de los valores que dejan otros negocios. Así, una persona que aporta US$ 2.000 los tiene inmovilizados por un año y recibe 7,5% en dólares cada mes de supuesta rentabilidad. La ganancia crece si esa persona incorpora dos, tres o más aportantes o "inversionistas" a la red.